De a ratos, no me molestaría verte implicada en una violenta orgía con mayoría masculina. Vos, en el centro del cuadro: reina que a nada se niega, con todos y cada uno de ellos accederías, desconocidos o conocidos que se acercan para penetrar, ser buscados, aceptados, felados o tocados. Vos, mi mujer, una vez más -como tantas- inspirada en mi fantasía de espectador que ve a través de las cortinas, por la mirilla. Y vos que no ves, ocupás el plano completo mientras ellos se acercan y vos que sí. Vos, siempre tan generosa, didáctica de maestra jardinera, participativa, inspirada, inspiradora, insípida. Y yo detrás de cámara, casi oculto, en la antesala de un delirio que me motiva y enferma.-
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2 comentarios:
Yo me mato antes de siquiera imaginarme la escena
cual ilusión de hombre voyerista....
se crece de allí, con el amor!
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