Siempre es bueno endrogar un poquito al ego. Engañarlo, al menos. Matarlo nunca. Pero plantarle un cross de izquierda, aturdirle la boca del estómago, sacudir las vísceras de un monstruo eufórico y que no admite reproches, eso está bien, vale, gol, punto a favor. Porque el ego siempre tiende a sobrepasarse: psicópata mano larga, bufarra de barrio pacato. El ego es un vaso de coca sin gas, y además, es un gran engaño, torre de humo, travesti con barba. Más lo pienso y más me doy cuenta: sedar el ego, hacerlo callar, es un signo de madurez. No se puede crecer a la par de un oompa loompa que susurra barbaridades, y que siempre se cree con derecho a un poquito más. El ego sirve de a ratos para conquistar minas, pero a la larga, es un tiro en el tren delantero, otra forma de perder el eje y de romperse las costillas flotantes al caer de las cornisas ajenas. Y para qué. Dejemos a las costillas en su lugar, y al ego en un corset inteligente, y que ese corset tampoco sea demasiado grande, porque de alguna u otra forma, la inteligencia y el ego se tienen ganas, se miman, devuelven gentilezas, pero mejor, la' nena' con la' nena' y lo' nene' con lo' nene', como bien predica una canción sin ego y mucho menos, sin inteligencia.-
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4 comentarios:
Ergo, luego Ego. Bien por ese cross de izquierda al peor enemigo del amor.
felicitaciones por el texto. La pintura habla de algún ego?
bue.. que temita ha tocado...
si si, està complicado, eso no esta en duda, ahora, la fuerza para el cross de izquierda es la misma fuerza que ponemos para todo...??? ahi ya me quedo pensando.. de donde la saco? alcanza? y cuando es al revès? a veces tambien hay que levantarlo al ego che..
Pero coincido, si señor, el ego engaña.. confunde, como el travesti del relato.. y para què!?
un BESO,
Vero.
Todo blog es, en si mismo, una caricia al ego, nos guste o no
un travesti con barba no engaña... acaso podia haber sido mas claro de su condicion.
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