Cuando me dijeron que tío Braulio era swinger, lo primero que se me vino a la mente fue su enorme y redondo cuerpo peludo haciendo la plancha en la laguna de Chascomús. Ey, tu padre y yo te estamos hablando, dijo mamá -que tampoco sabía muy bien qué implicaba ser swinger- mientras chasqueaba sus dedos frente a mis ojos. Busqué la palabra en todos los diccionarios, pero no la encontré. Entonces fui a internet: si allí no estaba, la palabra no existía. Una serie de fotos y videos explícitos y cochinos, de fiestas negras e interminables orgías a las que se le sumaba cada vez más gente que salía de nuevos lugares, me dio la sustancia del término: tío Braulio era swinger, es decir, un puto depravado violador de gente que se filma. Entonces comprendí todo: cuando estábamos en casa de Roque y él decía que se iba a comprar cigarrillos, allá en la quinta de Moreno, en verdad se iba a besar con algún hombre del barrio, o se iría a violar a alguien, o a un perro. No podía creerlo: parte de mi infancia se perdía en las imágenes de mis nuevos conocimientos. La promiscuidad jamás sería lo mismo, y no podría mirarlo a los ojos de igual forma, tampoco a Tía Nancy, que ahora veo, se hacía la muy buena y fifí pero resultó bien puta. Pero lo que más me asombra es el tío Braulio: a esta altura, parece lógica la insistencia por cambiarme los pañales cuando yo era bebé.-
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3 comentarios:
jaja swinger es el intercambio de parejas juanito!!
porqué puto, depravado y violador?
es de comun acuerdo!
Claro! Coincido con el anónimo, los swingers se dan entre ellos con consentimiento mutuo. Igual, no deja de ser depravado jaja
Pongan "swinger" en google y vean lo que tira... todos sabemos qué es, pónganse en el personaje...
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