No sé si te enteraste, pero en los all inclusive de Brasil, en medio de las playas cerradas y paradisíacas, hay unos tipos de perfectos dientes blancos, morochitos y muy simpáticos, que se encargan de hacer tragos con azúcar, bebidas frescas, y cortan la fruta que ni te cuento cómo la dejan, así de picadita y chiquitita mirá. Así me dejaste vos: me partiste el melón en cien mil pedazos, lo pusiste en una licuadora y me miraste, con esa cara de que pase el que sigue, te tomaste tu daikiri -sí, y jamás salgo con chicas que toman daikiri, es excluyente- desde el otro lado de mi mesa y te juro, te juro por mi mamá, que hasta me creí especial por algunos minutos. Cuando al fin te dejé en tu casa, y me fumé ese cigarrillo que corona las noches de gloria, colgué durante todo el trayecto. Hasta me banqué un CD entero de Arjona que pusieron en la radio, imaginate lo mal que me dejaste, lo bien que me sentí, lo loco que quedé, pensando en la playa, en la fruta, en los morochitos que sirven tragos onda el video de Diego Torres en deja de pedir perdón -tema que detesto-, en los dientes blancos, en Brasil, los all inclusive, el paraíso y vos.-
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(imagen extraída de aquí)
1 comentario:
Qué decir. En algunos tropezones llegué a fumarme ida y vuelta a los hermanos Expósito.
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