viernes, 8 de mayo de 2009

plantilla

Extraño tu cara de sala velatoria en las reuniones con amigos, en los casamientos de primos lejanos y cada viernes por la noche cuando me acompañabas al teatro.
Extraño la exigencia de ese poquitito más que, a tu juzgar, siembre me faltaba para tenerte contenta.
Extraño tus quejas por mi barba; extraño tus quejas y día por medio, mi barba.
Extraño el sexo de currículum vitae, pautado, preestablecido, sexo plantilla, de rutina, burocrático, bancario, institucional, de protocolo y sin gritos ni exageración femenina.
Extraño tu histeria, tu historia, tu histriónico planteo sin sustancia, los caprichos por hobby y el hobby de pasarla juntos.
Extraño el proyecto a largo plazo, tu insoportable aroma de free shop, las cenas en el silencio de la tregua y a veces hasta extraño el silencio.
Extraño tu frazada que pincha, saludar a tu mamá en el desayuno, compartir pornografía con tus hermanos y el acento centroamericano de tu empleada doméstica.
Extraño leer dedicatorias de tus ex en los libros, la indecisión de tus pechos, la comodidad en los sillones del living.
Extraño la luz en la ventana de los ojos de tus canarios, la libertad de escoger un tema para discutir, las carteras Louis Vuitton de tus amigas y los argumentos cuasifascistas de sus acompañantes nocturnos.
Extraño viajar en auto y pensar en alguien, salir a bailar y tener claro que podría estar mejor en otro lugar, aburrirme de sacar entradas para ver otra fukin película de Bridget Jones, tomar fotografías y tenerte cerca.
Extraño tus anteojos, tu miedo a la menopausia juvenil, el rimel sobre mi camisa, el reproche gratuito, la falta de tacto, tu ánima policial obsesiva-impulsiva-compulsiva.
Extraño todo eso pero no te confundas, no te extraño a vos. Más bien extraño eso que vuelve -como extrañarte, como este mismo texto, ambos sin originalidad- y que es el espacio que te abrías entre la belleza y mi estupidez.-
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(imagen extraída de aquí)

4 comentarios:

Aurora dijo...

Me siento privilegiada, eh...
Ya te dije lo que pensaba de esto, mucha ternura, lograste conmoverme.

Me gustó el monólogo "yo escribo, yo cojo, yo hablo, pero también invito a cenar, hago chistes en los museos, juego al fútbol, a la playstation, ceno con amigos" me hace ver más a la persona, no sé si tenga algún sentido, tal vez nunca te vuelva a ver.
De todas maneras, un gusto.

Princesa Scarlatta dijo...

Conmover a Sabri es, sin duda, el mayor logro de tu blog en mucho tiempo...

Besos!!!

Anónimo dijo...

...inevitablemente siempre se extraña la intimidad q se tuvo con otro, haya sido buena, aburrida, triste, muy breve, demasiado larga, suficientemente frustrante...

Lindo lo suyo señor, saludos

maru dijo...

me encanto este texto juanba