viernes, 11 de enero de 2008

cronicas del primer(?) mundo


Hola otra vez. Escribo algo rapido porque estoy desde la bilioteca del pueblo en el que estoy viviendo, Fort Myers Beach. Si, al final no fue Naples. Este lugar es una isla, es lindo, pero en fin, sera motivo de otro post. Perdon por la falta de acentos y enies, es que estos teclados estadounidentes no estan pensados para la gente del sur. Dicho sea de paso, si encuentran algun error de ortografia, sepan disculpar, es la velocidad y demas cosas locas que me pasan por estos momentos. Saludos y gracias por estar.-


Voces. Sentado al pie de la escalera, las hojas secas de los arboles parecen chispear en esta enorme caldera, isla que vaya uno a saber quien fue el norteamericano con delirios de grandeza o crisis de originalidad que dio en llamar Fort Myers Beach. Vivimos ocho personas en una de las casas mas lindas de la calle Flamingo. Nuestro balcon da a un canal interminable, de aguas tal vez estancadas. Somos ocho personas que se comunican mezclando idiomas y tonadas: brasileros, peruanas y argentinos que solo coinciden en el espacio fisico y en intentar sobrevivir en ingles. Cuando no entendemos algo del otro reimos. Nada funciona mejor. Pocas preguntas, no demasiado compromiso. Asi estamos bien.
Si me encuentro solo pienso en espaniol, sin obligacion de respuesta, con mi cabeza occidental y portenia. Y entonces oigo a mama, que dice que me haga el espacio para escribir, que eso es bueno. Despues papa, que pide que me cuide. Por ultimo, la abuela, que hace las cosas aun mas dificiles, sus palabras me entorpecen a cada momento. Si te sentis mal volve. Ninguna otra cosa importa: si vos te sentis mal, volve.-