lunes, 30 de junio de 2014

Pilu

Te encontré de espaldas, esponja y taza con lunares en mano. Llevabas puesta una remera enorme que me regalaron en una kermés de Velez Sarsfield y unas calzas floreadas que reservaste para la comodidad de mi casa. Desde lejos, vi la danza silenciosa que improvisaste mientras lavabas las cosas del desayuno: un leve y coordinado movimiento de glúteos, estudiado bailoteo de gimnasio clandestino, pasito discreto al ritmo de una canción que sonaba dentro tuyo. Siempre te pido que no laves en mi casa porque es una actividad que prefiero hacer yo cuando estoy solo, en silencio y ropa interior. Sin embargo, ayer dejé que lo hicieras. Te miré por largo rato, aproveché esos minutos en los que creías que aún dormía. Desde el marco de una puerta lateral, a oscuras y con la gata rasguñándome para que le llenara su cubeta con alimento balanceado, sentí la punzada del romanticismo último. Tuve la estúpida intención de abrazarte pero ya lo había hecho.-
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imagen de NNN.-

lunes, 2 de junio de 2014

Persicco

En la profilaxis y un avión supersónico.
En el afán por convertir a un perro en una mascota de monoambiente.
En la búsqueda de vacunas, prótesis y células madre.
En los respiradores artificiales, los cuellos ortopédicos, el ácido oxálico.
En los helados de Persicco y la porra del Beto Márcico.
En las recetas de Utilísima, estantes de fenólico y el paté de rémora.
En ágapes de invierno y los jugos en polvo.
En tu discursito tipo Séneca y la mandíbula corte Íudica.
En el afecto fétido y la conservación física.
En los discos genéricos y los reproductores de música.
En la televisión pública, las anfetaminas, un dínamo.
En los colorantes, las hamburguesas de McDonald's y la yerba dietética.
En el milimétrico deseo de no cruzarte con él. Por Dios, que no haya casualidades.
La naturaleza va a las cruzadas con pistolas de cebita.-
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(imagen extraída de aquí)