lunes, 16 de septiembre de 2013

Longchamps

Disparabas cuando creías que me hacías un favor. Te bañabas en silencio y al salir de la ducha con un toallón en la cabeza, escribías nuestros nombres en el espejo empañado. Siempre te dije que mi nombre lleva tilde pero jamás me hiciste caso. Entonces disparabas. Con tus llamados a las tres de la mañana y la cocainómana expectativa de agradarle a los ascensoristas de Tribunales. Cuando redactaste tu historia para mostrársela a la familia y olvidaste mencionarme. Al recomendarle a mi médico clínico que me recomendara ir a terapia, entonces también disparabas. Disfrazados de policías, nos encerramos en los baños de la comisaría cuarta de Longchamps. Fui con un arma de verdad porque un amigo de la Metropolitana me había prestado el fierro. Te aferraste al gatillo y pasaste la lengua por la culata. No disparaste y salimos corriendo cuando escuchamos que una señora dijo que avisaría a la policía. En casa miramos Volver al futuro e hiciste ravioles con tuco y sin queso. Me gustan los ravioles con queso. Disparaste. Nunca entendí muy bien tu afición por la pólvora íntima. Que sedujeras al encargado de mi edificio, pidieras a tu mamá que me hiciera una macumba o constiparas a mi gato Filiberto. Voy a hacerte precio y tomaré los tres hechos como dos disparos. Preguntarás acaso por qué yo te haría precio a vos, que tanto disparaste contra este hombrecito desprotegido. Es una cuestión de simpatía numérica: siempre desconfié de los números impares.-
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imagen extraída de aquí.-

domingo, 1 de septiembre de 2013

carnavales

Oscar Alfredo Calbimonte, 53 años, casado, tres hijos, dueño de una austera parcela en el Conurbano bonaerense, barón del ranchito que él mismo erigió, obrero metalúrgico por herencia, el mayor de cinco hermanos criados en el barro de Marcos Juárez, sobrepeso moderado, pelo ralo y canoso, barba de tres días, ojos rasgados, piezas dentales incompletas y erosionadas por la fricción de los sánguches de milanesa completos, manos pesadas, leve desconfianza hacia todo lo conocido a través de la televisión, voz ronca, triglicéridos a tope, hígado graso, excesiva ginecomastia, hincha de Midland, los fines de semana gusta de usar camisas manga corta que deja desabrochadas durante todo el día, bicampeón de truco en el club Los Leones de Merlo, asiduo usuario del tren Sarmiento, mañoso para reparar artefactos eléctricos en su casa, ronquidos violentos, sentido del humor sensible, amistoso con sus amigos, reacio a contraer deudas: qué dirán de vos en los carnavales, Oscarcito querido, si por casualidad algún vago se entera de que ayer a la noche te measte en pleno lecho conyugal mientras divagabas en sueños.-
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imagen extraída de aquí.-