viernes, 31 de julio de 2009

anónima

a pedido de mi amigo G.C.D.-
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Un hombre se hace Hombre cuando quiere a otro Hombre y no le molesta decirlo ni darle un beso en la mejilla: la mano se le da a los desconocidos, los rivales, al suegro y en los negocios. Hombre es aquel que cuando pierde en el Winning Eleven, se queda chito, y cuando gana, festeja como loco y hasta se mofa del resto. El Hombre toma bondi cuando no tiene auto, en casa ajena come lo que venga y es capaz de orinar frente a La 12 en los mingitorios de Constitución. El Hombre se baña en cualquier lado, y no necesita cortina. El Hombre improvisa, huele bien, desafía sin correr riesgos innecesarios. El Hombre pide perdón en el momento que corresponde, le teme al fracaso pero igual, apuesta. El Hombre no hace gala de sus conquistas, tiene respeto y se hace cargo del asunto. También se burla del ridículo propio, no boicotea a otros Hombres -no lo necesita- y le incomoda el halago. El Hombre gusta, experimenta, entiende y no sentencia. El Hombre sabe mirar, es correcto al hacerlo y prefiere los círculos pequeños a los comederos de gente anónima. El Hombre intenta evitar los shoppings, pero acompaña a la Mujer, y en el camino, mira libros y se clava un conito de McDonald's -y se come el cucurucho, ni hablar-. Un hombre se hace Hombre cuando llora frente a una Mujer, cuando no le quedan cuentas pendientes, y al chutar el tiro penal en el instante oportuno, porque un Hombre no se queda con la duda, el Hombre decide, bien o mal, pero lo hace, porque eso es ser Hombre: tomar La decisión cuando el rancho se le prende fuego.-
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(imagen extraída de aquí)

jueves, 30 de julio de 2009

envido

No estoy drogado, ni quiero guita, ni te escribo esta carta desde la cárcel de Devoto porque estoy jugado y necesito el gentil patrocinio de un buen letrado amigo. No esta vez. Es más: tengo pocas expectativas de que vos y estas líneas se encuentren -jamás facilitaría la sinceridad del violento y sincero choque-, así como por casualidad, vos en tu estudio jurídico y este mismo texto en el éter del ciberespacio, a la vista de todos. Escribir esto y pensarlo para vos, me da una cierta y dulce impunidad literaria. Es una advertencia, un yo te avisé, yo quise decirte, lo intenté pero..., y el que avisa no es traidor, aunque de alguna forma, siento que ya te traicioné. Y por eso estoy acá -sí, entre estas líneas aparezco yo, está mi cara, ¿no la ves?-, porque tal vez te fallé, fui tu hijo y casi con honores, altos puntajes en el secundario, elocuente en las reuniones con amigos, no te traje grandes problemas -ni legales ni sociales-, pero ya no puedo cantar envido con 23. No da, viejo. Y la verdad, no quiero. Perdón por no poder seguirte el tren, por haberme bajado del furgón que hace décadas y generaciones puso en marcha un familiar que de seguro tenía nuestro nombre. Me apena rechazar el legado, no poder ser un jugador prudente, silencioso, sumiso. Soy un desobediente, y me eché atrás en el medio, te dejé sólo frente al arquero y tal vez, de ahora en más, te mire desde afuera, te admire a mi modo. Lo lamento tanto... me hubiese gustado ser un poco menos lírico, despreocupado, consciente. Pero no. Soy un gran hijo de puta -lo sé-, pero es mejor ser un hijo de puta con vocación que un mediocre hijo de puta con delirios de arrepentimiento.-
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(imagen extraída de aquí)

miércoles, 29 de julio de 2009

monjas

Ella tirita de frío y yo tirita de asado, colita de cuadril, chorizo, morcilla, ¿pamplona tenés? mollejas sí, provoleta, pata-muslo también, y ella que Roberto vas a engordar, y yo que Roberto ya engordó.., y Roberto que se desafloja el cinturón, Roberto que abre un vinito, Roberto que se prende un armado con tabaco, y ella que Roberto la hipertensión, ¡por Dios!, y Roberto que le manda sal, pimienta, orégano, acheto, achuras, y ella que Roberto vos no cambiás más, y Roberto que no cambia más, y si igual me vas a querer, Gloria: me voy a poner más gordo, me voy a poner pelado, me voy a poner en pedo, y Gloria que se muerde los labios y niega, Gloria sí que es una negadora, Gloria careta, Gloria policía, Gloria vigilante, Gloria a Dios y en las alturas, Gloria y Roberto se conocieron en el colegio de monjas hace tanto tiempo, y ahora los convoca una parrillada para dos y unas cuantas porciones de papas fritas, y Gloria que jamás pensó en un Roberto que suda mientras chupa los huesitos de vaca, y Roberto que se desabrocha los botones de la camisa a rayas, y Gloria que Roberto, estamos en un restaurant; Roberto la gente nos mira...y Roberto que Gloria, se te enfría la ensalada, y Gloria que la ensalada viene fría, Roberto.., y Roberto que tenés razón, Gloria, y Roberto que le toma la mano fría a una Gloria fría desde hace años, pero Roberto sonríe y le da un beso con gusto a sal y a servilleta de papel.-
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(imagen extraída de aquí)

martes, 28 de julio de 2009

Vuelve la "columna escéptica" de nnn.-

Desde mañana -y cada miércoles-, vuelve la "Columna Escéptica" de nnn.-, esta vez en www.politicargentina.com . En ese pequeño espacio que se abre, habrá un poco de actualidad, ironía y acidez. Veremos qué sale. Gracias.-

yacuzzi

Quererte me acomoda en el mejor lugar del yacuzzi social y popular, porque me relaja, aliviana, tranquiliza y distiende, mientras en el otro extremo de la pantomima yuppie, cool e intelectual, chicas y chicos se matan por decisión propia y juegan a superarse y a ser mejores -¿En qué?-. Quererte me asegura un destino ingenioso, un espacio donde olvidar mis llaves y donde arrinconar los momentos en los que sólo busco una mujer que mire, comprenda y sonría, que no haga preguntas estúpidas en medio de películas aún más estúpidas, y que le guste la comida china y me ceda el último arrolladito primavera -si le pone salsa agridulce, mejor-. Quererte me desviste porque no hay forma de no sentirse idiota cuando a uno lo quieren, y casi por default, si todo marcha bien, uno termina queriendo, querido, querida: hoy sos un depósito fantástico, barril sin fondo, scalextric en remodelación. Todo lo que te digo puede sonar medio cursi, pero ya no me molesta. Que sea, y suceda y baile. Mientras tanto, mientras yo tan tonto, que no muestro los borradores de nuestras salidas, te quiero y claro que espero algo a cambio -el que lo niega, miente-, aunque tal vez ya me lo diste y sea por eso que hoy estoy así de cantante y de contento y de conforme y de tranquilo.-
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(imagen de nnn.-)

lunes, 27 de julio de 2009

disparos de lucidez: #11

Indiferencia es que me hables y que yo ni siquiera tenga interés en defenderme.-

reuma

Último final de la carrera: si el profesor no es un auténtico hijo de puta, te sentás con tu traje y tu corbata impoluta y saludás con un apretón de manos, y ya que el día está lindo y tus familiares esperan afuera, comentás que perdiste los primeros miedos al examen oral porque, no por casualidad, ese será tu último final antes de aguardar seis meses para tener tu credencial y comenzar a cagar gente, pero esta vez, con un título universitario que acredita la mentira y que faculta cobrar y ser llamado "doctor". Piribim, piribim, dos o tres cositas, preguntas fáciles y el tipo te aprueba. Bien el tipo, entiende que por ser el último examen, él será el último profesor y mejor tener un buen recuerdo de la carrera. Afuera decís que aprobaste, y pedís que todavía no te tiren ni huevos ni manteca ni ketchup ni mucho menos harina, porque ese es el único traje que tenés y si se mancha, no vas a poder ir a tribunales. Familia y amigos comprenden. Familia y amigos esperan afuera. Te cambiás, salís, levantás los brazos como diciendo ya soy abogado, no vuelvo a pisar esta facultad de mierda y ahí nomás la abuela te acomoda un huevazo en el omóplato. Qué linda la nona, estuvo bien, con reuma y todo se prende en la joda. Ese primer bautismo amarillo y viscoso, es señal de que comienza la guerra todos contra uno, entonces una monada de conocidos y algún que otro vago que cruzaba por ahí, te tiran mezclas olorosas -hechas a base de meo, caca de rottweiler, vinagre y vaya uno a saber qué otras porquerías y fluidos- al grito de al fin te recibiste, tarambana. Tus hermanos te envuelven en cinta aisladora, padre y madre colaboran con el sacrificio sacándote el pantalón de jogging y la remera, y los amigos se deshacen de tu ropa interior, mientras pedís pará, dale, no se zarpen. Una vez desnudo, te pintan bigotes con marcador indeleble, y te tiran hacia arriba, una, dos, tres veces, y en la cuarta te tiran pero no te agarran, cosa de que caigas de trompa contra los escalones de la facultad de Derecho. Cuando se dan cuenta de que no te movés por alguna fractura expuesta, se acercan a vos y siguen tirándote harina, mayonesa y arroz. Atado y desnudo, apenas podés gemir, apenas respirar unos segundos podés, porque se acercan y comienzan a patearte las costillas y la cabeza. Lo hacen por unos diez minutos, hasta que ven tu vómito de sangre caer por los escalones de piedra. Ya cansados, los muchachos se retiran. Todo parece haber concluido. Lindo recibirse. La abuela se acerca y te parte su bastón de madera en la cabeza. Ah, y feliz recibimiento, nene, ¿O debo decirle doctor? lo espero el domingo en casa para comer los ravioles con tuco que a usted tanto le gustan.-
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(imagen extraída de aquí)

domingo, 26 de julio de 2009

sábado, 25 de julio de 2009

viernes, 24 de julio de 2009

peronismo

Gran momento de inspiración periodística, acompañado por la fortuna del trabajo y la demanda oportuna; barranco emocional que trae aparejado un aburrimiento crónico y la decepción esporádica, sostenida a base de caramelos de menta, eucalipto y uva; pésimo rendimiento físico, subir las escaleras y silbar Águas de março es cada vez más difícil, y eso sumado a la presión arterial y al pánico de contagiarse gripe porcina o sufrir un infarto a la tempranísima edad de veintitantos años; peronismo sexual, el primer trabajador afectuoso, afectivo, efectivo, tarjeta de crédito, de débito y hasta deudas para no abandonar los albergues transitorios y así, el ejercicio más primitivo del mundo; mala selección de libros, no colabora con la inspiración literaria que por estos días, agoniza de muerte y espera ser rescatada por algún hecho mágico e imprevisto; relaciones familiares en situación estable, no haber secuestrado al gato de la vecina faculta que mamá pueda seguir pidiéndole azúcar cada vez que nos falta; relaciones carnales con capitales extranjeros, dejarse invitar es la única solución posible para salir de la crisis financiera local; en resumen, algo así como un cuerpo delicado, a mal traer, pero con expectativas y perspectiva de progreso, aunque con posibilidad de chaparrones entrado el invierno.-
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(imagen extraída de aquí)

jueves, 23 de julio de 2009

Furs

Si suena cuatro veces ella sabe que debe cortar, pero suena dos y él atiende. ¿Podés hablarme? pregunta, y él que no, estoy con gente, ¿pasó algo? y claro que pasó algo, por eso ella -recostada sobre un sofá del living, desnuda y aburrida de leer Dostoievski- llama como buscando algo, si te llamo es porque pasa ¿no te parece?, y ella lleva sus manos a la entrepierna, junta los dedos, cierra los ojos, bueno, ¿para qué me llamás? risas de fondo -en la casa no debe haber más de cuatro personas-, alguien pone un CD de Velvet Underground, ¿con quién estás? ¿cocinaste? ¿El disco que suena es el que yo te regalé? y él que no puedo hablar ahora, decíme qué necesitás, pregunta, ¿Qué cocinaste? insiste ella, ríe mientras habla, gime y él transpira, pide perdón a sus invitados para poder hablar más tranquilo en el baño, cierra la puerta, permanece a oscuras, no estoy jugando, ahora no te puedo hablar ¿entendés? la música de Venus in Furs tapa su voz, no cortes todavía, dale, hablame un poquito más, pero él no quiere decir nada, no te quiero decir nada, responde y agrega ¿qué estás haciendo? y ella se ríe, le gusta oírlo hablar nervioso, ¿qué te pasa, estás con una de tus putitas? sostiene el teléfono con el hombro, qué carajo te importa lo que hago, y ella se retuerce sobre los almohadones y grita y vuelve a reír. Alguien cambió la música. Aún agitada, ella sólo respira. Él pregunta ¿estás bien? ¿qué fue eso? y ella que hasta manaña a la noche.-
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(imagen extraída de aquí)

miércoles, 22 de julio de 2009

disparos de lucidez: #8

Él es a vos lo que vos sos a mí, y te recuerdo que él se quiere matar.-

comestibles

Compré un pijama a rayitas que desde luego, jamás voy a usar. Alquilé una bici pero no voy a andar por Rivadavia con una luz roja parpadeante en mi espalda. No da. Intento ver como una inversión el hecho de adquirir al por mayor lo cigarrillos que me gustan, pero aún no encuentro el negocio en mis erogaciones. Y además, ningún fumador puede asumir que el tabaco tiene buen gusto. Es humo, muchachos, papel que se quema, no nos engañemos: lo primero que hay que hacer es confesarse como adicto, lo dicen en todos los grupos de rehabilitación. Además, es cuestión de honestidad. Seré honesto entonces: no voy a tirar tus bombachas comestibles, ni los juguetitos que compramos, ni mucho menos nuestra foto en Cancún -jamás tuve un portaretrato que sostuviera con tanta prolijidad mis papeles y facturas-. Hablando de facturas, si nos llegamos a cruzar, por favor, no me recrimines todo lo que no llegué a ser. Andate con ese pelotudo con el que siempre me amenazabas ¿Cómo se llamaba? (nota del autor: claramente recuerda el nombre). Ese. Vos sabés de quién te hablo. Ya tengo señada una caja entera con tarjetas telefónicas. No sé ni para qué carajo me van a servir. Y estoy saliendo con algunas minas -"putas y gatos" les decías vos- pero seguro no las vuelvo a llamar. Viste como es esto. Conocés, tomás café, descartás o te descartan. Y en la movida, coleccionás portaretratos.-
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(Imagen de nnn.-)

martes, 21 de julio de 2009

tarambana

Mujer que llama después de meses de un silencio al principio incómodo y más tarde naturalizado, no busca más que refregarte algún hecho alguna vez pensado por vos en pleno delirium tremens -estoy saliendo con alguien, o en el peor de los casos, el jamás verosímil quería saber cómo andabas-. Hombre que atiende ese llamado, en verdad no atiende, quien responde es la sorpresa de quéhacéstantotiemponuncaimaginéquellamaríascómoestátuperro, que al fin y al cabo, pensándolo bien es el mismo hombre -boludo, irónico, frágil y confiado hasta ese momento- burlado por el capricho de una mujer que dispara cerca de las ventanas de tu habitación, porque no hay que ser ingenuo, mujer que llama en verdad no llama, lo que hace es advertir, sugiere, pide con el llamado ser invitada a tomar un café, a ver una película al cine, no quiere verte pero quiere que la veas, que sepas que sigue estando fuertísima, ¿o qué te crees, que porque ya no salimos juntos me dejo estar? es eso lo que dice cuando dice ¿qué es de tu vida? y vos -hombre que atiende, tarambana de primer orden- no sabés ni qué responderle, pasó tanto tiempo, qué puedo contarle, y al fin y al cabo explicás que es tan largo de explicar, pasó tanto tiempo, ¿te parece si lo hablamos más tranquilos mañana, en un café?.-
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(imagen extraída de aquí)

lunes, 20 de julio de 2009

yamani

Nunca supe nada de vinos y eso jamás resultó un impedimento para opinar sobre bodegas -y quedar bien- en las reuniones con extraños. Uno inventa, imita los gestos de los buenos tomadores que aparecen en los programas gourmet, y la gente cree que por agitar una copa, meter la nariz en ella y decir en orden y con exactitud los componentes del varietal, uno es, en efecto, un conocedor, cuando en realidad, basta con mirar la etiqueta para saber de qué va el vino en cuestión. De todas formas, como -en efecto- no sé nada de vinos y ella me invitó a comer a su casa, debo llevar la botella correcta. En el supermercado, una señora más bien fea e histriónica -"Claudia", asegura el cartelito abrochado en su remera- pregunta ¿cuál es el contexto para el vino? El contexto es una mujer que prepara dos porciones de arroz yamani acompañado por un tatín de calabaza bañado en salsa de puerros; entrada la noche, amigados por una bebida de generosa graduación alcohólica, aún con las copas en las manos deberíamos apagar las luces, encerrar al perro en el baño y ver una película malísima que dé pie al pre play exacto, fundamental para una sesión de sexo exquisito. Ese es el contexto, pero sólo digo necesito el mejor vino. Ella indica una botella y da una explicación que no me interesa escuchar. El mejor vino -casi por lógica- es el más caro, y el que desde luego compro. Aprovecho la caja rápida, pago en efectivo -dos billetes violeta alcanzan-, y me voy con la tarea cumplida. Todavía espero a que ella me confirme la hora. Mientras tanto, hago tiempo en lo de un amigo. Eh, qué bien estuviste, compraste un vino, dice mientras me abraza, aunque en verdad lo que hace es abrazar la botella que custodian mis manos. No, no es para tomar ahora, hoy tengo una cena, explico, y él que sos un hijo de puta, siempre igual vos, dale, pasá que hace frío. Comemos torta que sobró del cumpleaños de un tío, trae café, cigarrillos y me voy, se me hace tarde para esta noche y me tengo que preparar. Abre la puerta de calle y yo abro el celular: ni llamados ni mensajes. Todavía son las 8, ella debe estar en el súper comprando las cosas para preparar la comida. Lo que sigue es una larga ducha, la repetición de un partido de la B Nacional y más cigarrillos en la ventana. Se hacen las 11. La gente joven cena tarde: no parece preocupante. Me distraigo unas cuantas horas jugando al poker por internet y escuchando un disco de Rod Stewart. Me aburro, me pongo la campera y tiro perfume sobre mi cuello. Espero sentado, enciendo un cigarrillo, bajo la calefacción, prendo la tele, apago la tele, apago el cigarrillo, me prendo otro Camel, tomo agua, me peino, limpio el cenicero, la puta madre que me parió, nadie llama a las dos de la mañana para invitar a cenar. Desde el centro de la mesa, la botella de vino me observa casi con ganas. Saco el corcho hasta la mitad y el otro resto lo arranco con los dientes. Bebo un sorbo: fuerte. Leo la etiqueta en voz alta e intento recordar las características: rojo púrpura intenso con matices rubí; mermelada de frutas negras y liqueur, con un toque elegante de humo, vainilla y chocolate; final de boca envolvente con presencia de taninos dulces. No entiendo cómo un toque de humo puede ser elegante, ni entiendo cómo vas dejarme así de idiota, con el vino -nuestro vino, Malbec, cosecha 2006, oriundo de fincas mendocinas- y la expectativa de una noche a base de primeras veces. 750 ml es mucho para una sola persona sola, y estoy sin cenar, entonces vacío la botella en el lavamanos del baño. Intento calcular el valor de cada bocanada del vino, que al fin se pierde por la rejilla y deja un manchón bordó. Miro el reloj: 3.45 de la madrugada y los deliverys están cerrados. Seguro que en el cable dan American Pie.-
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domingo, 19 de julio de 2009

Ojos de Motorola W375 - Vista

-Sí, claro, es una propiedad amplia, tres ambientes, baño en suite, contrafrente luminoso, dependencia de servicio, seguridad privada 24 horas, vista al ladrillo que da a la calle.-

disparos de lucidez: #7

Por cada persona que se deprime cuando el cielo está gris, hay otra que lo celebra con cigarrillos en la ventana y una canción de Sergio Denis.-

sábado, 18 de julio de 2009

disparos de lucidez: #6

Las minas te dejan, algún día te aburrís del blog y la guita se pierde o te la roban. Después de todo, sólo queda un puñado de amigos: suerte de matrimonio promiscuo e indisoluble.-

viernes, 17 de julio de 2009

cositas

El cuerpo humano debería tener un compartimento para guardar cositas. Hace tiempo que lo pienso, e incluso intento imaginar el mejor lugar donde podría ubicarse un bolsillo no tan grande, cosa de que si se te cae algún botón de la camisa, o te molesta la alianza matrimonial, o tenés contadas las monedas para el bondi, conozcas el mejor sitio donde ubicarlas sin necesidad de revolver ni carteras ni billeteras aparatosas. Sería algo así como un espacio donde también dejar quieto el dedo gordo cada vez que te parás desnudo frente a alguien y no sabés qué hacer con las manos. Ahí está. Acomodás el pulgar en el bolsillito y listo. Es perfecto, yo no sé cómo no se le ocurrió a Dios. Debe ser porque Dios jamás iba a bailar, porque ponele que salís a romper la noche, clavás clericó, algún que otro vinardo, champán si al gordo Carlos le pagaron la indemnización por el despido sin justa causa -aunque de a ratos, caer drogado al laburo tal vez sí sea una justa causa-, y bueno, entre vaso y vaso conocés a una piba, la sacás a bailar, le ofrecés una copa de alguna bebida que pagó algún que otro vago conocido, y ella te da un papelito con su teléfono. Genial, pensás. Pero es claro que cuando laves el pantalón seguro te olvidás de sacar el papelito, y al otro día te vas a querer matar por leer ocho dígitos borroneados por el agua y el jabón en polvo. No te quedará más remedio que culpar al destino -"es el destino", te convencés, pero minga es el destino-, aunque bien podrías culpar a Dios por no haberte puesto ese bendito bolsillito de piel entre las costillas y la cadera.-
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(imagen extraída de aquí)

jueves, 16 de julio de 2009

carreta

No tengo ni la más mínima intención de que te quedes con la mitad de todos mis bienes, ni en someterme a la tenencia compartida de un gato de mierda con el nombre de algún ex novio tuyo, ni aspiro a que me estalles la tarjeta de crédito con las banales compras de carteras al por mayor para jugar a la competencia con tus amiguitas del té, ni se me ocurre arrastrarte a cada bautismo, casamiento anque divorcio al que me inviten por compromiso. Verás, mis pretensiones son más simples: permanecé todo el tiempo que sea necesario, comprá la leche descremada si no te gusta la entera, raspá con el cuchillo el fondo de los frascos de mermelada sabor frutos rojos, fumate mis puchos, cambiá de canal, subí el volumen de la radio, despeiname mientras duermo. Hacé lo que quieras conmigo, pero hacelo de una vez. Instalate si te pinta, invitá a las chicas del trabajo, yo les cocino bondiola. Hasta una fiesta te dejo hacer. Pero actuá, quemame la bocha con algún comentario irónico, mostrate celosa, marcá terreno, escupime el asado, bardeame por SMS, controlame con cada llamado, sacá chapa de hembra alfa, porque nena, mi celular tiene un prontuario para la condena efectiva, yo sé lo que te digo, yo me conozco mejor de lo que vos me conocés a mí: si no te conectás a dos veinte y apurás un toque la carreta, entro a revivir el cementerio de mi agenda negra, y no tengas duda de que alguna muerta va a caer.-
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(imagen extraída de aquí)

miércoles, 15 de julio de 2009

sandía

No vaya a malinterpretarme -por favor, no lo haga-, estoy muy conforme con el trabajo que ha hecho en estas últimas semanas: las cortinas ya no huelen a frituras -esas comidas grasosas que cocinaba la inquilina de hace unos meses-, los ceniceros están tan limpios y la vajilla permanece ordenada. Espero que su paga haya llegado en término: no me atrevería a pedirle nada si no tuviese la certeza de que así fue. Doy por sentado que la encargada le dejó el dinero, incluso con los billetes que dejé de más. Entenderá usted entonces que ya casi no me muevo de mi habitación, y por alguna razón que no me explico -vaya uno a saber por qué- presiento que algo en la casa está fuera de lugar. No crea que por vivir solo no sé tratar a una mujer -mucha gente lo cree, que uno pierde los modales por estar en silencio, o que me incomoda la soledad, pero para nada, seré sincero con usted, no es algo que me preocupe-. Jamás querría ocasionarle un problema, sólo me gustaría que regresara, no para limpiar, sino para que yo me quede tranquilo de que todo sigue en el sitio donde lo dejé. Entiendo que aún conserva la llavecita que le dieron el primer día. ¿Podría usted entrar en el departamento y verificar que todo esté bien? Se me hace que tal vez el jugo de sandía -el mismo que preparó una muchacha que vino los otros días a traer un sobre, no recuerdo cómo se llamaba- haya quedado fuera de la heladera. Tal vez no fue ella. Tal vez sea el jugo lo que me inquieta. Si viene por la mañana, seguro estaré durmiendo en mi habitación. Puede pasar sin tocar la puerta, o toque la puerta, o déjeme una carta en el pasillo, ¿Sería tan amable? Lamento molestarla con el pedido. Si prefiere, puede llamar antes de venir. ¿Puede llamar antes de venir? Eso sería tan atento de su parte, así usted sabrá si estoy en casa, aunque no suelo irme, pero llame, por las dudas, hágame el favor, si usted llama yo la atiendo, y de paso, podré corroborar que además de que todo permanece quieto, así como frío, medio insípido y en perfecto estado, también sabré que aún no estoy muerto y que mi teléfono tiene tono.-
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(imagen extraída de aquí)

martes, 14 de julio de 2009

delirio

Perder a una amante es resignarse al exilio de una pareja sin derecho a réplica; es descartar a una mujer que nunca tuvo espacio en la mesa de Navidad ni en la cena-reencuentro del grupo "ex-alumnos egresados 85"; es -de alguna forma- matar a una amiga buena onda, acompañante nocturno con inestabilidad organizada, coequiper en el delirio. Cuesta perderte porque cuesta que la gente quiera, y vos me quisiste aunque rara vez lo hayas dicho. Yo te quise, y te quiero, y lo digo, pero para qué vivir de amantes, de vértigo innecesario y trincheras a distancia, si nunca te pedí nada y vos tampoco y aún así no pudimos lavar los platos del desayuno sin romper alguna que otra taza. Me gustaría que las cosas fuesen de otra manera, y supongo que cada hombre que se queda sin eso pensará qué injustas son las cosas. Yo creo que es justo, y por eso estoy tranquilo. Ya no voy a llamarte porque no pensás en mí antes de ir a dormir. Ahora entiendo eso que decías. Recordarlo me hace más estúpido, me deja en evidencia, y si estuvieras acá, seguro hablarías con esa vocecita que me exaspera, como queriendo esconder todo, consolarme, para qué, si ya te dije que no estoy mal, en serio, pero prefiero que las cosas queden así. En nada. Me voy. Se hace tarde y se acerca la hora de ir a dormir: otra mujer llama por teléfono.-
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(imagen extraída de aquí)

lunes, 13 de julio de 2009

umbrales

Dormir sobre la tangente, bailar desnudo en los umbrales vecinos y lamer sin miedo la hoja del tramontina, para sentir al fin lo más puro del dulce de leche repostero. ¿Hay otras formas de no morir? No entiendo a los que dudan todo el tiempo, a los cobardes por elección, los pelotudos por comodidad y los conservadores ortodoxos. Y para no ser uno más, morder caviar y morder el barro, morder banquina y morder la gloria, confiar a futuro, descollar el presente, agradecer el pasado. Curarse, quebrar, escribir. Abrir los ojos, sorber la sangre, tragar, reírse de a poco. Llamarte una tarde, tomar café, mirarte a las manos, ser hombre, mujer, padre, amigo, cómplice y preso. Jamás olvidar los códigos. Y nunca, pero nunca, dejarse coger por la mediocridad.-
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(foto de nnn.-)

domingo, 12 de julio de 2009

día del arquero

Hoy es el día del arquero, Olguita, así que ahora sí, vistes como es esto, tenés que hacerme todas esas cosas que dijistes que me ibas a hacer el día del arquero.-

disparos de lucidez: #5

Me exaspera que digas "sabía que esto sucedería" justo en el instante que le sigue a la debacle.-

sábado, 11 de julio de 2009

disparos de lucidez: #4

Sexo con vos es equiparable a mi té de tilo con miel, viernes a la noche en plena vísperas de feriado sin compromisos de ningún tipo, clima tropical gracias a la calefacción, y la gloria de Georgia on my mind por La banda de los sueños: Malosetti en el bajo, Giunta en batería, Beeuwsaert en teclados y vos misma en el rincón adecuado.-

viernes, 10 de julio de 2009

polen

No tuve miedo cuando los pibes de Chicago me clavaron el puntazo en Constitución -perforación del pulmón derecho, hemorragia y pérdida de la totalidad de mi sueldo y un par de zapatillas importadas-, ni esa vez en que chocamos en Panamericana, ni siquiera me asusté al ver al fracaso acercarse en cámara lenta, para luego despeinarme de un cachetazo el flequillo despeinado y, acto seguido, mojarme la oreja con frialdad de cirujano viejo. No me asusté al momento en que me recomendaron dejarte, ni esa vuelta en que advirtieron que buscarte traería problemas. Ahora mismo sí estoy aterrado, pero no por tus mensajes de texto fantasma, no por la soltura con la que te burlás de mi estrategia de pájaro carpintero con pretensiones de casa con vista al Pacífico. Me inquieta saber que son las seis de la mañana, tu perfume es punzón entre mis dedos y estoy demasiado sobrio como para recordarte con tanta claridad y devoción. Asusta darme cuenta de que este texto jamás estuvo acá, que esto mismo es un disparo de lucidez majestuoso, un ya veremos, un preparate, una confesión entre apenada y premonitoria, un nena, bancá los trapos porque vos y yo sabemos que puede funcionar, y si funciona, ¡Dios mío! si funciona voy a quererte hasta el aguijón de las abejas que se pelean por el polen de las flores plantadas sobre nuestras tumbas, enterradas una junto a la otra en algún cementerio privado del Conurbano bonaerense.-
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(imagen extraída de aquí)

jueves, 9 de julio de 2009

Austrohúngaro

La puta madre -decir la "puta madre" es un poco más agresivo que decir "maldita sea", pero ya notará que no es una puteada al divino botón, siga leyendo, el texto amerita utilizar un insulto de este calibre, además, "maldita sea" me suena a traducción, medio feo, y las traducciones son siempre tan ajenas, tan centroamericanas, tan la loma del corno, tan nada, porque al fin y al cabo, nosotros no decimos "maldita sea", si hablás por el celular mientras viajás en el 53 y decís "maldita sea" en lugar de "la puta madre", los muchachitos del bajo Morón te van a inaugurar una hamaca paraguaya en los párpados, y nadie quiere hamacas en los ojos, aunque más de uno querría una paraguaya, pero no viene al caso, el tema es que hay palabras que no tienen un sustituto, no vayamos a la eterna discusión de los sinónimos y su significado, pero si tenés que putear, y no queda otra y realmente es necesario y da, hacelo. Detesto la mina que no se permite ser ordinaria ni en el sexo, esas rubiecitas divinas, maquilladitas, limpitas y depiladitas que tienen ganas de pedirte a gritos que las corones con la furia del Imperio Austrohúngaro, pero a la vez no lo transmiten, sólo te miran, se dejan, se aburren, me aburro te dicen sus ojos, y vos también te aburrís pero no lo demostrás, o no lo decís con los ojos, y el momento es un bajón-, tenés el don de hacer que me vaya por las ramas.-
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(imagen extraída de aquí)

miércoles, 8 de julio de 2009

pelandrún

Si me preguntan a mí, voy a negarte: cual Pedro a Jesucristo, y bien que vos no te acercás ni a beata y mucho menos a santa, más bien te arrimás a lo que cuenta la leyenda negra de María Magdalena, pero al menos ella tiene leyenda, lo tuyo es vida y obra -pública- de un par de tacos altos que apuntan a quemarropa, quemacasa, quemafamilia y quemabocha. Por eso, si alguien se hace amigo, me convida un trago, se queda un ratito y me pregunta por vos, si te conocí o acaso si alguna vez te vi, voy a decir que no, ¿quién? ah, sí, ella, bonita ella, creo que una vez la crucé pero de muy de lejos, y casi casi que ni me acuerdo de haberla visto, es más, por ahí ni la vi, creí haberla visto pero seguro que no, seguro no era ella, voy a decir, y el tipo mirará de reojo, así como creyendo y a éste pelandrún qué le pasa, si todo el mundo dice que ella y él...y es que vos y yo sí, la verdad que fue romance de tribuna y fondo blanco, vos y yo hicimos saltar la banca y siempre al mango y all in, todos siempre todo hasta que pelaste el melón del asunto y echaste todo a perder: nunca pudiste destapar el champán de nuestros días sin pegarme con el corcho en el ojo.-
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(imagen extraída de aquí)

martes, 7 de julio de 2009

disparos de lucidez: #3

"Traeme soluciones, no problemas": respuesta típica del editor de un medio o de una novia hinchapelotas.-

Merval

No me importa en lo absoluto ni lo que decís vos ni lo que dice la guía del museo, una señorota más bien obesa, con voz histérica, perfume de abuela y que se presenta como Olga -hola Olga, dice a coro el contingente de turistas cuando ella comenta su nombre y explica la recorrida-. No me importó a dónde iríamos desde el momento en que invitaste "a ver algo re-divertido". No me importó siquiera desde el instante en que tu nombre se hizo presente en la pantalla de mi celular: en esa indescifrable fracción de tiempo -juraría que fue mínima y que no hay forma de medirla-, todo perdió sentido. Ahora mismo, mientras Olga se luce en una performance genial que es halagada desde el silencio por extranjeros, freaks, e incluso por vos misma, yo -marginal, liminal, lateral- le presto a Olga la misma atención que a la caída del Merval. Olga, turistas, sus cámaras fotográficas e incluso el museo -que no está nada mal, y para ser sincero, es un lugar fascinante al que vengo cada vez que puedo escapar del trabajo-, quedan en un segundo plano mientras vos haces tu show de espectadora que aprende con cada enseñanza de Olga. ¿Ven aquí? Frida Kalho quiso exacerbar el rojo vivo de los dos frutos, que para mí no son más que dos tomates abiertos, no hay mayor genialidad que mamá cuando hace una ensalada caprese, pero vos mirás estupefacta, y eso basta para que yo te mire tan estúpido: tus ojos en el cuadro y yo en el marco de la puerta de este affaire para alquilar balcones.-
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(imagen extraída de aquí)

lunes, 6 de julio de 2009

OMS

Reunión de nenas y nenes bien, con olor a rugby, a importado, a Zona Norte, a predisposición para esta nueva gripe de mierda que desde un principio, se tomó la molestia de afectar nada más que a la descendencia ABC1, a los que venían de su break por Disney -Mickey está más gordo que hace unos meses, en el free shop había promoción de Johnny Walker, a la tía le van a encantar las fotos de Orlando- y se cagaron en los barbijos, y entonces el matrimonio separados-bajo-el-mismo-techo-y-que-no-se-enteren-los-amigos-del-Yacht-Club mandaron a los chicos al cole, y los chicos estornudaron, y otros chicos empezaron a estornudar, con tanta mala suerte que lo hicieron sobre la cara de la minita que limpia el baño, y ella se fue para la casa y estornudó en el bondi, en el tren, en Constitución y ahora sí que se van todos a la concha de la lora y la OMS decreta el estado de alerta -"pandemia", que le dicen-, el gobierno lleva gastados unos 80 millones de dólares en remedios que desde luego no van a frenar nada porque ya son varios los muertos y seguirán, y mientras tanto, los políticos van a los programas de televisión, dicen que tienen ideas, planes, proyectos, profiteroles, profilácticos, forros, eso es lo que son, unos forros, sí, a ustedes cuatro, pelotudos, vos y tus tres amigos, qué me mirás a los ojos, bajá la cabeza, qué me mirás, gil, ¿o te creés que porque no juego al rugby no te voy a romper la cabeza?.-
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(imagen extraída de aquí)

domingo, 5 de julio de 2009

Ojos de Motorola W375 - Liniers

Liniers es infancia, barrio, ñoquis con salsa rosa, camiseta manchada, tardes en bicicleta con rueditas, el perro de la vecina -"Colita", murió atropellado por un auto, tenía 14 años-, la bisabuela y su silla en la vereda, frontón, al arco no voy ni en pedo, rinraje, facturas, chocolatada, cartas, bolitas de naftalina, fotos viejas de papá, primos, brindis, reloj, cancha, gorrito, bandera, caminar, upa, azul y blanco, Velez, gracias.-

disparos de lucidez: #2

No es que vas a valorar lo que todavía tenés, cuando ya no lo tengas.
Vas a valorarlo cuando veas que lo tiene otra.-

viernes, 3 de julio de 2009

puñado

Gajitos de algo por cualquier parte: por mis manos, mis oídos, mi cama, mi perfume, mis libros. Gajitos ¿De qué? No sé, ¿Importa? ¿Tenemos que ponerle un nombre? Gajitos míos, gajitos tuyos, gajitos en los bolsillos de tu abrigo, en los cajones de la cocina, dentro de las latas de mermelada que dejo fuera de la heladera. Gajitos para todos, o para vos y para mí; son sólo eso, gajitos. Los guardo, se me pierden y aparecen, los encuentro en cada canción de Beatles, se me caen de los ojos, se esconden en tu pelo. Cada vez que te beso, entre mi boca y tu cuello hay gajitos. De a ratos los tomo, los junto: los gajitos se hacen amigos, se cuidan, pero saben que no son más que gajitos, y nadie vive de gajos, mucho menos de gajitos. Saludan en la ventana gajitos que se ríen. Los gajitos escuchan, aplauden, y por momentos, entienden. Lindos y cálidos, los gajitos. Multicolores. Azules. Verdes. Simpáticos. Chiquititos. Los gajitos se confunden. Amontonados, parecen muchos. Pero son pocos. Son un puñado, y son sólo eso: gajitos. Gajitos y nada más. Y yo sé que vos no podés vivir de gajitos.-
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(imagen extraída de aquí)

jueves, 2 de julio de 2009

depiladora

Te felicito: desde que me odiás, escribís muchísimo mejor. Ya no caés en los lugares comunes de la vulgaridad -del tipo sos un forro, un pedante, o el comodín del si seguís así, vas a quedarte solo-, y hasta es un placer descubrirme en tus lecturas como un auténtico hijo de puta de sonrisa perfumada y guante blanco. Entiendo que desde que te acompaña esa desmedida ira visceral para conmigo -ira que desde luego, hacés extensiva a todo el género masculino-, te privás de contarle a la depiladora nuestras intimidades de un sexo deficiente, dejaste de tirarle piedras a mi auto y ya no hacés cagar a tu rottweiler en el parquet de mi departamento. La literatura te tiene bien ocupada: odiarme por texto lleva su tiempo, es toda una labor intelectual, un entrenamiento constante y exhaustivo. Pero mejor así: quedar en la gloria de tu prosa irregular como un bastardo poético y algo estúpido, a ser el mero recuerdo pasajero de otro inquilino entre cigarrillos importados y tus almohadones de plush.-
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miércoles, 1 de julio de 2009

endiablado

Hay un desconocido sentado en la cabecera de mi mesa, comiéndose la porción de fideos con tuco que ella sirvió para mí. ¿Podrías explicarme quién carajo es este tipo? dispara mi curiosidad de intratable patovica endiablado, mientras él toma un cuchillo y raya una porción de queso fresco sobre los fideos aún calientes. Podría explicarte, contesta ella pero no explica. OK. El tipo mastica y come con la boca abierta: es un animal de zoológico venido a menos. Relaja tener la vaga certeza de que soy más inteligente que él -un tipo que come con la boca abierta y le pone tanto queso a los fideos, no puede ser más inteligente que yo-, pero no hay ninguna prueba de que soy mejor. Ante la indiferencia de los comensales -nunca tan bien utilizado el término "comensales"-, recurro al método del loquito: nena, decime ya quién es este pelotudo porque empiezo a romper todo. El "romper todo" incluye los dientes de tu amiguito (el diminutivo duplica la carga de agresividad), amenazo con un jarrón en las manos, y el extraño ahora sí se da por aludido y levanta la vista sin dejar de comer. Él es el tipo del que te hablé durante años, del que siempre sospechaste. Vivirá con nosotros durante un tiempo, no sé cuánto, no me preguntes. No le pregunto: pidió que no lo hiciera. El muy roñoso se vino a vivir a mi casa, a comer en mi mesa, a cogerse a mi novia con mis propios forros y no fue capaz de traer ni un vino. La gente sí que es desagradecida. Y no hay nada más molesto que un tipo sin modales.-
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(imagen extraída de aquí)