jueves, 30 de abril de 2009

Lugo

Tu blog es una mierda, comentaste casi al pasar, y desde ese momento me dejaste en claro dos cosas: una, que te pasearías de lunes a domingo -en indefinidos horarios, a piacere- por los jardines y las arboladas galerías de mis fantasías sexuales más subconscientes; y dos, que tu sinceridad de oncólogo en zapatillas me traería problemas en el corto y largo plazo. Más allá del temita ese en la intimidad -tu frase "creí que durarías más" justificó el sueldo de mi analista durante varios meses-, llevarte a casa fue incluso más complicado que asumir una falsa homosexualidad: le aseguraste a papá que su trabajo de oficina era aburrido y parasitario para con la sociedad; sugeriste a mi hermano una muerte lenta y humeante en manos de la nicotina, y acto seguido, diste una nómina de la esperanza de vida en los fumadores menores de 25 años; a mamá le advertiste que estaba excedida de peso, no sin antes aconsejarle a la empleada doméstica de la vecina -Olga, Olguita for the pibes- que aprovechara su condición de mujer paraguaya mayor de edad para inventarse algún hijo del presidente Lugo. Éste ultimo planteo me resultó ingenioso, pero el resto fue...poco feliz. Te aprecio, me partís la bocha de encanto, y no quiero decir que sos de cuarta...pero haber dicho eso, eso de que mi blog es una mierda...la verdad que sos de cuarta, flaca...-
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(imagen extraída de aquí)

miércoles, 29 de abril de 2009

chao mien

Todavía me debés una cena, desde esa vez en que salimos antojados con las obras de Rodin en el Bellas Artes: buscábamos una en particular y no la encontramos, qué pena sugirieron tus botas, ¿qué pena? acomodaron mis ojos y te propuse tomar un café, y entonces vos te apuraste a pagar pero yo dije no -no lo dije así, estiré la "o", con entonación y un leve movimiento del dedo índice- y me prometiste una cena en un restaurante chino de San Isidro. Puedo no recordar la fecha de tu cumpleaños, los días en que me cambiás por los pesados tomos de Medicina, puedo incluso olvidarme las llaves de casa y los papeles del auto sobre la mesa de algún bar, pero jamás cometo la imprudencia de dejar en el eter de la comodidad las invitaciones que realiza una mujer. Después de la comida -pediremos chao fan mixto, chao mien, bolitas con salsa agridulce y arrolladitos primavera de carne, no sin antes contarte la historia de las exquisitas empanaditas chinas y corroborarla con el mozo, que desde luego es chino pero se hace llamar Walter- y de mi pésima técnica con los palitos, voy a pagar y me vas a decir machista, y a mí no me va a importar. Después de los helados por el barrio -la gastronomía oriental no ha logrado occidentalizar una cartilla de postres respetables-, que podrá ser chocolate con almendras y crema rusa para vos, en mi cucurucho habrá coco con dulce de leche y banana split, y voy a querer pasar a ver cómo se ve la calle desde tu ventana. Sólo espero que no me claves, que no me dejes así de solo en la puerta, con mi cara de helado de banana, quemándome el coco por otra noche que no pudo ser: sentado en la vereda de este affair de contrabando, como el mismísimo Pensador de Aguste Rodin.-
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(imagen extraída de aquí)

martes, 28 de abril de 2009

Danette

Rendido en la ventana, movimientos lentos -léase nadar en una pileta de Danette-, con el tabaco a medio acabarse, la punta de los pies descalzos se retuercen en el frío del piso de mármol, mocoso por una gripe mal curada, rodeado de psicofármacos para palear alergias, alegrías y algarabías de noches anteriores, el viento despeina el pelo despeinado, el sol aprieta las pupilas, los brazos se hacen amantes, y la ventana está siempre tan abierta, un sexto piso no es muy alto pero asegura una caída recta y una muerte con algo de ruido, tal vez habría intentos por salvar al cuerpo enchastrado, enfermeros, jeringas, más fármacos y todo eso, pero para qué tirarse, ¿nunca quisiste saber quién iría a tu velorio si murieras así de joven, y así de ínfimo, de wannabe? así de cargado de expectativas, con más ganas de ser los Beatles que discos de ellos mismos, amigos te recordarían algún que otro fin de semana, alguna foto debajo del vidrio de una mesita de luz que junta polvo en algún rincón de las habitaciones de huéspedes, esos cuartos que tiene la abuela y que sólo nos sirven para hacernos amigos de primas lejanas en cumpleaños de 80, y en 80 años nadie recordaría una muerte tan insignificante, ¿quién? ah, sí, ese primo lejano, un toque borderline, ¿no? pero todavía estoy cerca de vos, aún trago el humo y lo largo por la nariz, y creo que te acercaste a mi boca para tirarme por la ventana o decirme una canción de Velvet Underground, y creo que mis ojos de zarigüeya con malformación congénita -lo último de mis ojos- te sugirieron todavía sigo vivo, todavía estás a tiempo, nena.-
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lunes, 27 de abril de 2009

Falaz

Tu nombre parpadea en el celular: casi no recordaba tu nombre. Y el mensaje de texto fue un bombazo en el ángulo de la estabilidad emocional: tenemos que hablar, venite a casa tipo 6, sin más explicación, y partido liquidado, gol en contra. A la otra tuve que decirle que me salió un laburo, que vos viste cómo es esto de las entrevistas, se hace un hueco y al primer boludo que llaman es mí, pero lo voy a compensar, no te enojes, te prometo que lo voy a compensar. Y ella entendió, algo que vos nunca supiste hacer. En el viaje hasta tu casa -la radio confiesa un Bolero Falaz de Aterciopelados- se activa la ametralladora de noches en tu sillón, de tardes con café con leche sin leche porque se acabó, y medialunas de manteca y grasa, para mi de manteca, sí sí, con tres estoy bien. /Buscas en mis bolsillos pruebas de otro cariño/ sólo espero que aún conserves esa delicadeza para negarte, /Pelos en la solapa, esta sonrisa me delata/ ¿estarás más gorda, más flaca, más petisa? /Labial en la camisa, mi coartada está hecha trizas/ no voy a querer hablarte, por favor no me vengas con planteos pelotudos, que somos pocos y.../Estoy en evidencia, engañar tiene su ciencia/ entonces apago la radio y la puerta de tu casa me advierte que todavía recuerdo el camino de memoria -y eso, después de tanto tiempo, no puede ser bueno-. Timbre. Ahí bajo, contesta tu voz desde adentro de una lata llena de cables. Y te veo bajar. La puta madre, en La Salada de mis días, seguis siendo la copia más fiel del reflejo de la mujer adecuada.-
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viernes, 24 de abril de 2009

Rolls Royce

Si bien tomarse una Bayaspirina Prevent disminuye la aparición de infartos en un 28 por ciento en individuos sanos, un 36 por ciento en pacientes hipertensos tratados y controlados y previene el tromboembolismo venoso y la embolia pulmonar, yo te aseguro, querida, que si cualquiera de estos tipos te conocieran, correrían un altísimo peligro de oir la vocecita que sugiere match point para, acto seguido, estirar la pata y realizar una salida -poco- triunfal dentro de un estuche de nylon negro. Una noche con vos es más insalubre que clavarse tres shots de tequila con Gamexane. Nena, vos -y todo lo que eso implica- sos un peligro: si te busco en la enciclopedia te encuentro en la nómina de personajes nocivos; los horóscopos de este mes advierten que juntarse con vos es un error que no admite reparo, y hasta mis amigos me dicen que vos sos un lime divino, que para qué meterse en esa, que vos sos un palazo a 180 kilómetros por hora en el Rolls Royce de la banalidad. Para qué tanto, si ya tuvimos suficiente. Por eso controlate, controlame, no dejes que me acerque tanto a vos, y si acaso se te ocurre deslizar el beneficio de tu compañía, tené cuidado: soy hipertenso.-
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jueves, 23 de abril de 2009

jirafas

Desde la lona todo es más fácil: las luces parecen jirafas, y los gritos del público son una música cálida y azul. Desde la lona no hace falta pensar en el instante que le sigue al momento. No hay deudas, ni sobredosis, ni hambre, ni responsabilidades, ni expectativas, ni mujeres, ni apuro. Desde la lona, uno le sonríe a la oscuridad de un cielo raso. Y el cielo no responde. En ese primer encuentro con la lona, el placer es un orgasmo que no debe superar los diez segundos. Diez segundos de blanco, de saludar a mamá, oler el pan recién horneado, dar una vuelta en bici, y entonces abrir los ojos para encontrarse, otra vez, en la lona.-
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miércoles, 22 de abril de 2009

ignotos

Los "valientes" de Soledad Silveira -valientes que se encerraron en una casa a vivir de arriba, explotando el colmo de la inoperancia, la buena vida y el manoseo público del chiquero que es no saber dónde carajo se está parado. Ellos fueron los valientes, mientras la gente afuera paleaba la crisis de 2001, qué valientes estos muchachos, "la juventud", los llamó Solita- hoy son una veintena de jóvenes que se quedan en La Academia de Operación Triunfo con el pretexto del canto, aunque bien podría ser la sana competencia por ver quién arroja un avioncito de papel más lejos, o para encontrar al tipo que más tiempo logra dormir en 24 horas. A todo esto, los dientes de Marley y su sonrisa de Disneylandia presentan a la cantera de músicos que sueñan con romperla en los teatros, vender más discos que los Beatles, ser más populares que Jesucristo, consumir lo más fino y puro de las drogas sintéticas, comprar los mejores deptos en Puerto Madero, coger con las estrellas porno o como ellas, grabar videoclips, protagonizar escándalos que sólo interesan a los programas de las cuatro de la tarde, salir en TV una, y otra, y otra vez. La idea es montarse en el formato televisivo, jugar a que se es un personaje relevante, confiar en el ascensor sin escalas hasta la fama, y una vez allí, aferrarse al pasamanos de la gloria: lo que viene es un huracán de frente, que ya se llevó a los ignotos Pablito Tamagnini, Claudio Basso y Benjamín Rosales Reynoso.-
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martes, 21 de abril de 2009

derecha

Otra noche, otra botella, otro vaso, otra propuesta, otro auto, otro amigo, otra fiesta, otra puerta, otro billete, otra entrada, otra música, otras luces, otro baile, otro cigarrillo, otro humo, otro vaso, otro cigarrillo, otro vaso, otras ganas, otro baño, otro espejo, otra canilla, otro peinado, otro estúpido a mi derecha, otro tema, otros ojos, otro rechazo, otro baile, otro rechazo, otro rechazo, otros ojos, otro cigarrillo, otro acercamiento, otros ojos, otras manos, otro baile, otro abrazo, otro perfume, otro beso, otro beso, otro beso, otro cigarrillo, otro taxi, otro asiento, otro barrio, otro beso, otro billete, otro edificio, otro encargado, otro ascensor, otro espejo, otra llave, otro sillón, otra cama, otra ropa, otro perfume, otras cortinas, otro cuerpo, otras manos, otro beso, otra música, otra alfombra, otra sábana, otro despacio, otro acercate, otro nunca estuve con otro como vos, otra cocina, otro café, otro beso, otro teléfono, otro chau, otro nos vemos, otro pero nos vemos eh, otra puerta, otro taxi, otro billete, otra mi casa, otra mi llave, otra mi cepillo de dientes, otro mi pijama, otra mi cama y el mismo vacío de la otra noche.-
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lunes, 20 de abril de 2009

propinas

La última vez que me sentí así, no pesaba más de tres kilos, estaba húmedo, venía de una íntima comodidad y a juzgar por mi llanto, estaba más bien fastidioso por haber perdido mi lugar de privilegio fetal. La abuela dice que nunca logró ser tan feliz como ese día, que yo era hermoso, y que el momento también fue muy hermoso, y que hasta el médico era un tipo hermosísimo y que si no fuera porque la mujer era clienta de su peluquería -y una distinguida clienta por sus generosas propinas-, ella le hubiese tirado los perros al doctorcito ese que me sacó de la calidez y la gloria del autoabastecimiento. Jamás se lo voy a perdonar. Claro que hoy, veintitantos años después, no recuerdo nada de toda esa lírica de primeras veces, pero te aseguro que mi estado actual no dista demasiado de la revelación de aquel momento, y todo gracias a vos: obstetra part time, me sacudió tu soberbia sin filtros, tus ganas de rockearle al geriátrico de mis días, y yo que uso buenos perfumes pero todavía no me acostumbro al jet lag que dejan los viajes al Congo de la soledad, no pude negarme a tu capricho de tenerme cerca. Me usaste hasta donde quisiste: si por mí fuera, aún seguirías en mi cama, con tu tortita de frutos rojos y la serie de antojos que me despertaban a la madrugada. Y por más que intente despegarte de la idea de mujer adecuada, de madre de tus hijos con mi nariz mínima, acompañante nocturno, de la exacta partenaire para las navidades, años nuevos y situaciones de diplomacia y gala, te juro que no puedo hacerlo, y sólo espero estirar lo más posible este affair para amotinarme en un rincón de tu comodidad de nursery con derecho a roce.-
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domingo, 19 de abril de 2009

dar

Tu muñón me entra enterito enterito en la boca. Tenés que verte cada vez que te beso: tus ojos chispean, vibran desde adentro. Me hubiese gustado haberte conocido antes del accidente, sentir tus dedos sobre mi cuerpo, mordértelos uno a uno, ver cómo te precipitás con tus dos manos y concretás ese abrazo que hoy no podés dar. Mirame a los ojos, mirame cada vez que te hablo y cuando no te hablo también, ¿me tenés miedo? ¿alguna vez te rechazaron por eso? yo no soy así, vení, acercate, un poco más, así, claro, despacio, ¿ves? ya casi nos quedamos.-
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sábado, 18 de abril de 2009

joraca

El Rugby es un deporte en el que algo así como treinta tipos bastante grandotes o gordos se pasan de adelante hacia atrás un ovalo de cuerina y corren hasta el otro lado para hacer un gol, o trai, es lo mismo. Si no encuentran el ovalo -conocido en la jerga como "pelota de rugby"-, se enojan y le pegan a sus compañeros del otro equipo. Si acaso a uno se le ocurre tirarse al piso, todo el resto se tira encima de él por afinidad, hasta que el arbitro dice paren muchachos que no veo un joraca lo que está pasando. Entonces propone un abrazo grande, escráun le dicen, y pone la pelota en el medio y los tipos se empujan. Mientras más brutos son los jugadores, la gente más aplaude y grita sus nombres. Para jugar al rugby hay que tener un casquito, protector bucal, y una novia rubia. La novia rubia la pueden sacar de un club de Belgrano o de San Isidro. Si juega al hockey, mejor.-
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viernes, 17 de abril de 2009

tachas

Cumpleaños, momento de mierda, uno tiene que abrirle la puerta de calle a la familia toda, poner cara de ¡ey, qué lindo que vengan a visitarme en este día tan especial! sonreírle al par de medias de lana que te regala una tía que no puede más que odiarte -después de ese regalo, que en la intimidad jurás no usar ni para hacer el asado, ella debe haber venido porque se enteró que había comida gratis-, tolerar a los primitos que babean y tocan una a una las cosas que más cuidás, sea libros, CD's, instrumentos musicales, profilácticos de tu cajón -"primo, ¿Qué significa la palabra 'preservativos Prime con tachas'?"-, soportar el exceso de confianza de tíos fracasados que lo codean a uno y le guiñan el ojo, mientras le son graciosos sin gracia con un ja-ja-ja, ahora que sos mayor de edad la vas a poner de lo lindo, ¿no?, y cómo no detestar la eterna pregunta de la abuela: ¿Qué querés para tu cumpleaños? "La verdad, abue, quisiera una bolsita de 10, la perra de metro setenta y nueve que vi los otros días bailando en el caño en una publicidad de Cocodrilo, una buena botella de Bailey's para compartir con amigos, y para cerrar la noche, la suite presidencial en el Hotel Alvear", enumera la honestidad contenida de un deseo viceral, pero a fin de cuentas respondo un cinturón.-
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jueves, 16 de abril de 2009

Nuevas fotos en el Flickr. Pasate si te pinta.-

Fresita

Estás más buena que faltar al trabajo, que ir a la cancha a ver ganar a Vélez 8 a 0 contra los putos de Chicago en Mataderos, que encontrarse guita por la calle, que ser encarado por una promotora de gaseosa light, que tomar helado y lamerse los dedos chorreantes de frutilla a la crema, que escuchar a Charly García en la radio de música clásica, que fumarse un cigarrillo después de haber tenido sexo con vos -rubia enloquecida, que te ponés a bailar desnuda sobre mi cama a las 8 A.M.-, que notar que todos los jefes de tu jefe te dan la razón, que sonreirle a los taxis libres, que recibir un descuento en el almacén del barrio, que tomar Fresita del pico, que firmar contrato para ser el dueño del circo, que escribir un blog para levantarte minas, que entrevistar a Warhol y que te caiga Buddy Rich, que ser tapado por una montaña de osos de felpa, que recibir el Nobel de Literatura, que oler la salsa rosa que hacía mi abuela, que pedir una docena de empanadas y darse cuenta de que te trajeron media docena más, que comerte un Torpedo de limón y que te toque un Vale otro, que sacarse un diez en Álgebra, que ser bonificado con una rebaja en el servicio de luz, que afeitarse y no lastimarse ni un poquitito, que ser recordado, que descubrir la cura del cáncer, que adoptar un hamster.
Nena, estás tan buena que no podés más.-
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miércoles, 15 de abril de 2009

Cuba

Cuba no fue lo mismo sin mí, lo sé y vos también lo sabés. Las costas del paraíso nunca se te hicieron tan densas, caminar por la orilla fue un tedio, con los mulatos a tu alrededor, sus sonrisas blancas, y los bailes y esa felicidad de otros; no te hizo bien. Te fuiste para escaparte de mí, en un viaje que planeamos juntos. Sacaste pasaje con un cualquiera: hicieron el sexo mirando el mar, juntaron caracoles y fumaron marihuana en las playas de Dios. Le hablaste a tu mamá por teléfono, hiciste una llamada por cobrar, y casi por error, al pasar, ella te comentó de mí, de mis regalos que dejaste sobre el escritorio, que todavía no tenés un lugar donde guardarlos, que ya no sabés cómo dejar de verme, a dónde salir los fines de semana, con quién compartir películas para no llorar, cómo pasear por Plaza Italia sin llegar a mí.
Cuba no te sirvió para nada. Cuba jamás existió.-
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martes, 14 de abril de 2009

platónico

Decís que no, pero te quedás. Pedís la bocha y cuando te pongo el centro justo justo en la cabeza, te dejás caer: delantero de gastados botines cambiados de pie, actriz de telenovela mexicana, panelista de foro-debate en el reality show de mis días. Sos el té con limón y un poquito de miel; sos la miel, sos el limón, y a veces la galletita obsequio, el tema de Caetano, la sonrisa de los bebés en el subte. Sos las ganas de abrir los ojos, el inexplicable romance que ahora sostengo con la rutina que detesté hasta conocerte, sos la tregua entre los remiseros y los taxistas, sos el Sugus de ananá en los recreos del jardín de infantes, sos el guiño de la vendedora de zapatos en Recoleta, sos la lírica en los pasos por Florida, y al fin sos estas líneas: qué mal que le hacés a mi prosa, te aseguro que nunca escribí peor, pero qué buena se puso la vida cuando me diste a entender que sí, que íbamos a tener un amor platónico y ridículo, sinfónico y enérgico. Ahora que sabés que también sos la inspiración y toda esta serie de palabras estúpidas volcadas en un papel, ahora que estoy rebajado como jarra de coca-cola en fiesta de 15, decíme querida, ¿cuándo vendrá tu soberbia a copar el cajón de mi mesita de luz?
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lunes, 13 de abril de 2009

troquelados

A los veintitantos años, con toda la elasticidad de las arterias dispuestas a ser tapadas por grasas y demás sustancias que reducen la esperanza de vida, en plena búsqueda de una estabilidad económica que trae aparejado un empleo regular y de tiempo completo pero que permita salir con mujeres y solventar la lujuria del sexo polideportivo, sin olvidar el disfrute en ese mismo trabajo y los espacios libres, necesarios para leer algún que otro apunte de la facultad y así poder adelantar materias y por qué no, olvidarse del inútil empeño por desenvolverse con plenitud en la vocación de cada uno, a las veinticortas primaveras del sueño adolescente, con expectativas de superación, delirios de independencia de papi y mami, con hambre de reconocimiento profesional, perfumes del free shop, mails de una novia holandesa sacada de un chat de estrellas porno amateur, con ganas de salir a rockear, con más trincheras para la conquista que someras nociones del papel del yo en la sociedad actual, planteando las vicisitudes del caso en estos términos, una rayita traduce en la gloria, la felicidad en cómodos sobresitos troquelados y una razón más para embriagarse con ella y más tarde con amigos.
En cualquier parte del mundo -pongámosle en la mano derecha de ella, que aguarda sentada en el sillón de su casa mientras toma jugo de pomelo- dos rayitas es un bebé, y a los veintitantos años, un murmullo en el oído, la sugerencia poco simpática de que se te acabó la joda, pibe.-
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sábado, 11 de abril de 2009

nnn.-, ahora con fotos


Ahora nadienuncanada tiene fotos propias.
Sí, las saca quien escribe. Perdón. Esto es como en casa, ¿vió?
Así que bueno, cada tanto, se verá nuevo contenido.
Y si te quedás con ganas, fijate en flickr.
Espíe, espíe nomás por debajo de la puerta, como quien no quiere la cosa, que es un ranchito pero entramos todos...

viernes, 10 de abril de 2009

Andrés

Renault 12 anaranjado. 2.34 hs. Calle arbolada, poca luz, tal vez Pedro Goyena o un pasaje chiquito en Provincia. Él -anteojos anchos, pullover rojo y gris a rayas, pantalón de corderoy, pelo con gomina- al volante, estaciona el auto en la oscuridad, apaga el motor y las luces, deja la radio encendida: suena un tema de Chayanne. Franeleo. Ronda de reconocimiento, inspección masculina del terreno femenino -ella tiene el jean ajustado dentro de las botas blancas. No es muy linda, pero su perfume invita a pasar-, y bingo, -tín tín tín- ahí está el asunto:
-No, pará un poquito gordo (le saca la mano en claro off-side)...estoy con eso
-¿Eh? ¿De qué hablás? ¿No te gusta la calle? ¿Preferís otra?
-No, con la calle todo bien. Pero no puedo. Vos sabés...
-No, no lo sé, sino no lo haría...
-Claro, suena lógico...(mira por la ventanilla. Un perro mete la cabeza en una bolsa de basura)
-¿Qué te pasa ahora? ¿Otra vez te peleaste con tu mamá?
-Eeeeeeh no...es Andrés...
-¿Andrés? ¿Es un compañero del laburo?
-No...estoy con Andrés, por eso no podemos...
-(Interrumpe) ¡¿Me cagás con Andrés?! ¡¿El pibe ese de la facu?! O el de la ferretería, ese Andrés que hace los repartos de tornillos, o el pelotudo de tu compañero del laburo. Seguro que es ese, !¿y encima tenés la cara para decírmelo?!
-...no, no entendés nada, hablo de Andrés, el período...
-¿¡período de qué?! Ah no, pero si yo no te lo puedo creer...al final, mis amigos tenían razón, sos una prostituta
-¡¿Prostituta?!
-Sí, igual a todas. Y contame, este Andrés, ¿a qué se dedica...? Seguro que es un falopero como tu ex-novio. Yo no lo puedo creer...mi vieja tenía razón
-¡¿Tus amigos dicen que yo soy una prostituta?!
-No exactamente. Dijeron puta.
-¿¡Tu mamá tenía razón?!
-...mamá...por qué no la escuché antes...siempre dice grandes verdades...y debe estar amasando los fideos para este mediodía...y yo con vos, que me confesás lo de Andrés...y el hijo de puta no me dijo nada, bien que me lo crucé el otro día y no se animó a decirme nada...ahora me cierra todo...
-¿Qué te cierra?
-Mamá...(mira el techo del auto: la suave alfombra gris que recubre el interior) Mamá, perdoname por salir con una mujer como ésta...ya mismo voy a ir para casa...sé que no me estás escuchando, pero espero que sientas esto. Me equivoqué...¡y pensar que hoy me pelié con ella para salir con vos!
-Nadie te obligó...
-...mami, mamita querida, ahí voy para casa, y te ayudo a terminar los fideos. (La mira a los ojos) ¿Alguna vez comiste los fideos de mamá? Hoy los hace con tuco la vieja, porque con estofado no se puede, viste que es viernes santo...
-...no se come carne, lo sé...
-Y un viernes santo me vengo a enterar de que me cagás...vos no tenés códigos.-
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(imagen extraída de aquí)

jueves, 9 de abril de 2009

absurdo

A veces el hombre debe creer en Dios, de otra forma, corre el riesgo -innecesario riesgo si los hay- de chocarse contra la muralla del absurdo. Con esto quiero decirte gracias -a vos, o a Dios, al fin y al cabo da igual- e invitarte a que te quedes conmigo: vení, pasá, sentate donde quieras, ponete cómoda, ¿birra, té o whisky? lo que quieras para vos, para vos lo que quieras y si pinta te beso las manos, capaz nos hacemos amigos, bajamos las persianas, ponemos algo de música muy bajita, ¿te gusta Beatles, Charly Parker, Caetano Veloso? Ahí va, lo dejo a él, a Caetano, decíme, ¿venís seguido a bailar acá? ¿das besos en las primeras salidas? ¿garantías para un segundo encuentro? ¿te pincha mi barba? ¿segura que mi barba no te molesta? Eso no, esos CD's no son míos, son de mi ex, la otra, la que te conté, la que te dije una parte, la que escuchaba Sanz, Arjona, te juro que los discos de Arjona no son míos, tal vez uno sí, pero me lo copié, cómo voy a comprar un CD de ese tipo, dejate de embromar, dame un respiro, pará, dejame respirar, el pecho, sí, es de familia, ¿te conté que tengo el corazón más grande que la gente común? el corazón es un músculo espeluznante, una bomba de sangre, ¿qué tiene que ver el corazón con el amor? ¿qué tiene que ver el corazón en todo esto? ¿qué pito toca el amor entre nosotros dos? decime, o no me lo digas, dejá que lo piense, que yo decida esta vez si quiero agradecerle a Dios por la mujer que nunca llega, o mejor me tiro a dormir la siesta con vos de un lado y el absurdo del otro.-
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(la imagen no es propia, pero no tengo el link. Debo el crédito)

miércoles, 8 de abril de 2009

piacere

Vos debés creer que soy un boludo, pero un boludo con actitud reveladora: un boludo que se te presenta distinguido, boludo refinado, de saco y corbata, de monóculo y porvenir, boludo que invita a pasar, boludo de colección, boludo para armar y desarmar a piacere, a cualquier hora y momento del día. Un boludo al que acompañar a cenar, a tomar un café -aunque nunca tomemos café, y aunque yo igual siempre te lo pida con dos cucharaditas de azúcar, porque al fin y al cabo soy un boludo-, a coger, a conversar, a besar en la boca, a jugar dominó, un boludo a quien dominar y que se deje dominar con la exactitud y el romanticismo que sólo un boludo como yo puede concretar. Un boludo con estilo, no hay chance de que así no sea. Más allá de la boludez habitual, de tu histeriqueo adolescente y de este lento y agonizante proceso de enamoramiento que dimos en llamar amistad, ya te quiero. Sí, pero te quise desde antes, incluso antes de saber tu nombre y quién eras, tus antecedentes, antes de todo eso, yo te había visto y te recordaba. Y me gustaste, cómo no, sos la mujer que un hombre machista como yo espera tener en la cabecera de su mesa redonda. Pero claro, todo sería perfecto si yo fuera un gentleman de metro ochenta y todo por perder, y no un boludo -gran boludo, boludo a medio madurar, boludo que te quiere y lo padece- adolescente y con todo por ganar. Además -boludo de mí-, las mesas redondas no tienen cabecera.-
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(imagen extraída de aquí)

martes, 7 de abril de 2009

lecho

Dado un segmento X, ¿Cuál es el tiempo estimado para llegar desde las afueras de un bar en Recoleta hasta el perfecto telo de contrabando, ubicado en los suburbios del oscuro Parque Leloir, teniendo en cuenta tu estado etílico más bien generoso, mis manos curiosas en tu pollera de jean, tu cuerpo que de a ratos cabalga sobre mis piernas mientras intento pagar el peaje del acceso Oeste, pero así es muy difícil conducir, flaca no puedo manejar, flaca nos vamos a matar pero al fin y al cabo también nos van a matar pero si me muero quiero que sea con la gloria entre los dientes y eso algo tiene que ver con vos, que me maten pero que sea en un telo y después de haber tenido un altísimo rendimiento sexual luego de un encuentro -casi casi- casual y clandestino, y que en aquel encuentro nos hayamos bajado un tubo de vino, y que el vino te ponga melosa, sincera, vulgar para el affair, ácida para mirar, segura para el choque bestial, y que no te hagas rogar, que no falte demasiado, próxima bajada Santa Rosa y no puede faltar demasiado, esta zona está llena de telos, por qué justo tiene que ser uno en Parque Leloir, y dada la distancia de Recoleta al rincón del conurbano tramposo, decime querida, sin repetir y sin soplar y ni se te ocurra alejarte de mí: cuál es el tiempo estimado que debo aguardar hasta quedarme rendido sobre tu lecho de guerra?
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lunes, 6 de abril de 2009

tiza

Nadie robaría -junto a su hijo de cinco años- el Banco Más Importante de la Plaza de Mayo.
Pero lo hago.
Nadie le dispararía a la empleada porque demoró en meter el dinero en la mochila que pasa por sobre el mostrador hasta llegar a sus manos.
Pero disparo.
Nadie tomaría de rehén a una embarazada y la arrastraría hasta un lugar seguro para el delincuente. Por eso no lo hago, y escapo con el nene por Avenida de Mayo, intento perderme en Florida, descarto el caño en algún cesto de basura mientras Tomasito mira y me sigue. Pero entonces la gorra, los ratis, veo que se acercan, la puta madre me descubrieron, la puta madre dónde me escondo, y nadie amenazaría con dispararle en la cabeza a su propio hijo, nadie porque los nenes son nenes pero entienden todo, aunque a veces los padres no nos demos cuenta. Entonces me toman del brazo, me tiran al suelo, ya siento que me rompieron la boca por la caída o de una patada, y no quiero que Tomasito me vea así, Tomasito andate, y Tomasito que se aleja y guiña un ojo, y entonces le respondo con un guiño, y Tomasito guiña el ojo porque se aleja y dará los datos de su abuela, ya se sabe el teléfono de memoria y la abuela lo llevará a casa y lo ayudará a hacer la tarea, pero Tomasito no guiña el ojo por eso, tampoco porque a su papá sólo le encontraron cincuenta y siete pesos, tres fasos y una tiza de merca para consumo personal, Tomasito guiña el ojo porque sabe que en su espalda, en la mochila de Dragon Ball Z, tiene unos 500 mil pesos y nadie lo sabe.-
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sábado, 4 de abril de 2009

Ojos de Motorola W375 - máquinas VS humanos

Mmmm...no me decido...¿Me como un chocolate, un turrón, o saco un Código Civil?
Sí, una máquina expendedora de Códigos...la librería amiga de la facultad de Abogacía -sí, la que tiene pileta, y es la UBA- ya planea exterminar al resto de sus empleados humanos, para instalar garras metálicas que respondan al pedido de los alumnos y cobren el precio correspondiente por cada material. Lo que se viene: profesores electrónicos, libros digitales, chips para memorizar artículos, wi-fi cerebral para las actualizaciones on line...

viernes, 3 de abril de 2009

manitas

El carnicero que le estampa un beso en la boca a la carnicera;
El carnicero que le estampa un beso en la boca a otro carnicero;
El encargado del edificio que detiene el baldazo en los pies para cederte el paso;
Descubrir que la mina del auto de la derecha, canta y escucha la misma canción y con idéntica euforia que el tipo de la izquierda;
El policía que saca sus manitas del chaleco antibalas;
El recolector de basura que le grita un piropo con onda a la secretaria;
Las putas que saludan cuando uno les toca bocina;
El tachero que te cambia cien mangos;
El kiosquero que te da dos sorbetes;
La mina de la rotisería que te regala una empanada:
nuevos guiños de felicidad urbana.-
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(imagen extraída de aquí)

jueves, 2 de abril de 2009

excepto

Voy a hacer cualquier cosa para que te quedes, excepto pedirte que lo hagas. No es un capricho ni una ocurrencia; no hay arrogancia en el pedido, pero sólo me gustaría que si decidieras quedarte, después de haber decidido tantas veces no hacerlo, quisiera que lo hicieras por convicción propia, porque algo te pasó, cambiaste y entonces te sentiste cómodo conmigo, no sé. Pero no vas a quedarte. No hay por qué: jamás te dí un indicio de que quiero que lo hagas. Siempre te quise, aguardé, oí tus noches con amigos y amigos con amigas tuyas. Y yo acá, yo silencio, yo nada, para qué. Y ahora quiero que te quedes. O al menos, espero amarte hasta dejarte un poco de la felicidad que imagino, yo sentiría si de alguna forma decidieras quedarte conmigo sin que yo te lo pidiera.-
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(imagen extraída de aquí)

miércoles, 1 de abril de 2009

Alfonsín


Me enteré de la muerte de Raúl Alfonsín luego de haber escuchado un tema de Jonas Brothers y antes de que la inexplicable euforia de la conductora del programa de radio FM, arengara a todos los chicos del mundo a participar del sorteo de una puerta firmada por una serie de artistas pop que en su gran mayoría, desconozco. Esa misma conductora presentó la canción, y con atípica solemnidad, informó que Raúl Alfonsín había muerto hacía apenas 25 minutos, a un público que preguntó a mamá ¿quién es ese señor? Entonces silencio, por respeto y protocolo, y de fondo, Jonas Brothers se desvanece en fade out.
Mi abuela dice que Alfonsín es el padre de la democracia. Todavía me pregunto quiénes serán los hermanos de esa misma democracia que hace poquito, en diciembre, cumplió veinticinco años: es un adolescente del tercer mundo, con algunos delirios de grandeza, ánimos de superación y algún que otro acierto aislado. La democracia es algo así como un estudiante en plena crisis vocacional, un nene que de a ratos pide hacerse un hombrecito.
Hoy miércoles, a eso de las 10.15, la puerta del Congreso -devenido en casa velatoria- ya estaba organizada por un vallado y cinco granaderos. Carlos Reutemann, Carlos Saúl Menem y Eduardo Duhalde permanecen allí, siempre visibles en forma de corona floral. Más allá de la impronta partidaria –habían banderas de la UCR, claro- unas 4 mil personas formaron una fila para ingresar y ver al ex presidente, que “estaba chiquito, justo detrás de unas sogas”, revela Norma, que también es abuela y dispara: “con él, empezó y terminó la democracia, vamos a decir la verdad. Vos pensá que tengo 66 años, yo lo viví. Y también te digo que aunque soy radical, voté a Menem en su primer mandato. El primer gobierno de Menem fue muy bueno, eh”. Norma explica que hoy es un día muy triste, para ella y para todo el país. Lleva en su pecho dos cintitas: una celeste y blanca, y otra roja.
Junto a Norma, hay otras mujeres con gorros blancos: las boinas que hicieron campaña en el ‘83. “Fue un referente de la honestidad y la democracia, en un momento muy especial del país”, reconoce María Elena, con un ramo de flores lila en la mano. Además de esas generaciones que tuvieron la oportunidad de votarlo e incluso de no votarlo pero de recordarlo ahora como una gran persona, están los jóvenes: son muchísimos, algunos no tienen más de dieciséis años. “Es un ejemplo”, explica Maximiliano, que salió de la facultad y luego de buscar la aprobación en los ojos de sus compañeros de clase, le compra un chipá al tipo que ofrece la mercadería a los que aguardan en la larga e inconstante fila. No se sabe quién es el último. Sólo se dan cuenta de que la democracia –o su padre, vaya uno a saber- muere en las puertas del Congreso.