viernes, 28 de noviembre de 2008

peloteros

Chuchito dijo ella, y volvió a convidar. Pregunté qué podría tener de especial un payaso pelotudo, arengador de nenes que todavía se mean en los peloteros de los salones de fiestas, qué hay de interesante en un tipo que fomenta el ridículo en un oficio trillado y siempre devaluado. ¿Qué importa? Contestó, casi molesta y extrañada de mi ensañamiento para con Chuchito. Esa noche forcé una erección, y en un sexo famélico y por demás violento, ella preguntó ¿estás bien?, a lo que contesté sí, muy bien.
Tres semanas más tarde esperaba al payaso Chuchito en una mesa de un bar de Hurlingham para hacerle una entrevista. Chuchito era leyenda en el Oeste, era en los círculos de la elite del rubro animación infantil, lo que el Rafa Di Zeo inspiraba en pabellones de cárceles y aguantaderos en Lugano. Mis dedos temblaban en la mesa. Hacía barquitos con las servilletas de papel. En veinte minutos llené de colillas un cenicero a medio romperse. ¿Vendría el payaso vestido de civil, o el incoherente arlequín de colores, que bajaría de un colectivo de una desconocida línea de tres cifras? Entonces, ¿cómo reconocerlo? Ayudó que no hubiera mucha gente en el lugar, hasta que un hombre más bien gordo, más bien triste y con una mochila gris, se acercó -apretón de manos- y dijo:
-Vos debés ser...
-...sí, yo debo ser.
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(imágen extraída de aquí)

jueves, 27 de noviembre de 2008

renacuajos

Solange. A secas, sobre la piel del omóplato y en tinta negra. N tengo una razón para haberme tatuado, no conozco a nadie que se llame así, y a decir verdad, me parece un nombre horrible, digno de una empleada de la empresa de subte, pero me desperté una mañana y en mi cabeza rebotaba esa palabra, Solange. Fui a la galería de la vuelta de casa y me lo tatué. ¿Por qué Solange? preguntaron mis amigos. ¿Por qué no? Y la respuesta los dejaba pensativos pero conformes. Me enteré después que Solange viene del francés, significa algo así como "solemne". Solange figura unas 28 millones de veces en el Google (Google da la pauta exacta de cuán famoso es alguien o algo). Así que ahora, de forma misteriosa, cargo con algo solemne a mis espaldas, otra cosa solemne en mi vida. Mamá se puso contenta cuando me vio tatuado: cree que al fin tendrá una nuera a la cual contarle de mis excelentes calificaciones en primaria y mostrarle mis fotos de bebé y las del viaje de egresados de séptimo grado, esas en las que estoy todo mojado porque me había caído dentro de un inmundo estanque lleno renacuajos. Papá está más preocupado: entiende que Solange es la nieta no querida que viene a llamarlo "abuelo" y a cortar con la ilusión de que el tiempo no pasa tan rápido.-
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miércoles, 26 de noviembre de 2008

linyeras

Odio la gente que dice que las palomas son ratas con alas: creo que merecen, al menos, ser atormentados con canciones de Alejandro Lerner todos los viernes a la noche y fines de semana. ¿Qué culpa tienen las palomas? Son libres, mínimas y felices. No joden a nadie, son tranquilas y se dejan alimentar con alpiste de cualquier marca y calidad. ¿Qué sería de las plazas sin palomas? ¿De lo alto de los aireacondicionados, del Congreso, de los balcones y de los cables telefónicos? Qué de la buena suerte que trae su mierda, de la poesía y del sustento de astutos gatos y linyeras de manos ágiles. Por eso siempre digo, el que bardea a una paloma, además de ser un cobarde maloliente, ojalá que le crezcan en la espalda dos enormes alas negras, y que vuele sin control en dirección al sol y se incinere en la estratósfera, para que las palomas, en el aire, se coman las cenizas de la carne humana quemada por la envidia.
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martes, 25 de noviembre de 2008

off side

Elegí, dijeron las dos a coro. ¿Por qué? pregunté, atentando contra las buenas costumbres, siglos de una verosímil conciencia de monogamia, la reunión familiar, la estabilidad emocional -y funcional- en las relaciones y la comodidad del hogar que mi abuela siempre quiso para mí. Lo que yo hacía no era otra cosa que honrar la promiscuidad y los bajos hábitos, frente a mis dos mujeres que ahora miraban obligando a perder a la mitad de ellas. "Elegir es descartar todo menos uno", me habían enseñado las monjas en el colegio. Qué pensarán las monjas de lo versátil de mi sexo. Adivino la excomunión, el reproche y una envidia que jamás es sana. ¿Y sino elijo qué?, esgrimió mi rebeldía recién adquirida en El Mundo del Juguete. No contestaron. off side, pensé. Pero entonces se miraron confundidas, y en silencio, se entendieron. Se tomaron de las manos, se acercaron, lamentaron, decidieron: se besaron en la boca y no volvimos a vernos.-
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lunes, 24 de noviembre de 2008

conmigo

Ya van dos noches seguidas que sueño con vos. Y no te extraño, de verdad que no, pero igual aparecés, sos una duda mía pero seguro también de otra.
Nos divertimos. El tiempo que pasamos juntos estuvo bien. Siempre me cuidaste, esperaste, comprendiste. De a ratos, lamento no haber terminado de complacerte. Por momentos fui egoísta e inmadura, hasta que te fuiste: tal vez yo hubiese hecho lo mismo. Y quizá por eso el sueño, ¿será un poco de culpa? Te llamaría, pero ya no recuerdo tu teléfono. Lo tengo en un cuaderno que me diste hace tiempo. Escribías tan bien, tan lindo. Me hacías especial, yo que nunca inspiré grandes cosas, con vos era dueña, confiada, bella: mejor. Sé que me amaste. Yo creo que también. Tal vez podría cambiar. Valorarte un poco más, escucharte, ahora que soy otra y me siento adulta. Incluso podría hasta permitir que en los primeros tiempos te encuentres con mujeres, siempre que yo sepa que me querés, y si a ellas las querés seguro que menos que a mí. Tal vez podría buscar ese cuaderno que me diste, y llamarte. En una de esas, vos también soñaste conmigo.
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viernes, 21 de noviembre de 2008

bazar

Ya no sé qué hacer para que te arrimes al fogón. Que te abro la puerta, que te baldeo la vereda, que te lustro los muebles: lo único que falta es que invite a salir a tu mamá, que le compre flores, chocolates, peluches. Que si te los compro a vos te me vas más lejos por vergüenza, y si te pregunto qué hacés esta noche siempre tenés un parcial al otro día -si es sábado también me lo decís-, o que tenés sushi con las chicas, o clase de musicoterapia, o terapia, o ganas de escuchar música. Siempre un pero, un algo, un no. Y yo que me quedo acá, cada vez más chiquito, te observo escondido detrás de las columnas de la facultad de Abogacía, te miro y si me mirás por error me doy vuelta, me prendo un cigarrillo y me quemo los dedos, se me cae el Código Civil, los cuadernos y la dignidad. Y vos seguís ahí, sin pasar por estos pagos, ni siquiera tocás la puerta: ¿por qué no venís, te quedás un ratito?, te cebo unos mates, me hablás de vos, y descubrís de a poco este corazón de bazar en quiebra, que tan malo tampoco soy, que te escribí tantas cosas tan lindas sin que te hayas enterado, que sos la mujer que le da cuerda a los días, y todavía te espero, sin ilusiones pero que conste que te espero, siempre muy chiquito y casi escondido.-
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jueves, 20 de noviembre de 2008

cocinero

Las mujeres jamás sabrán de la vergüenza que produce la perfecta erección en el colectivo;
ni de la humillación que genera ser el último (no) elegido en el potrero;
ni del rechazo en las fiestas de fin de curso;
ni de la frustración que le sigue a un sexo que ella juzga insatisfecho;
ni del bajón en el momento en que te escribí esa carta y me dijiste que como amante era muy buen cocinero;
ni de la pálida en esa vez que me besaste y te quejaste de que mi barba te pinchaba;
ni de los regalos, y los textos, y las canciones, y los viajes, y las salidas postergadas y los cambios de ropa y de perfume y de reloj y de costumbre y de hábitos alimenticios y de autos,
jamás jamás sabrán que la virilidad se esconde mucho más allá de la entrepierna.-
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(imagen cortada, extraída de aquí)

miércoles, 19 de noviembre de 2008

garage

Mamá:

Cuando despiertes y decidas entrar en mi habitación sin golpear la puerta, tené en cuenta que vas a encontrarte con un pecho cubierto de pelos, ronquidos graves y un calzoncillo al pie de la cama. No soy yo. A pedido de él, no voy a decirte el nombre ahora. Si hablan, tal vez le reconozcas la voz: llamó los otros días a casa. No te asustes al verlo: es un buen tipo. Si querés sacar tu auto, despertalo -movele un poco el brazo derecho, si le tocás el izquierdo mientras duerme, se levanta de mal humor-, te lo menciono porque le dije que dejara su auto en la puerta de nuestro garage. Eso es todo. ¡Que tengas un gran día! Ah, y si podés, preparale un té con leche. Sólo le gusta el té con leche. Y las galletitas Frutigran. El té con leche con un sobrecito de edulcorante.

Besos,
Tu única hija.-
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martes, 18 de noviembre de 2008

ceja

Quiero que me abraces, le dijiste y ella no contestó. Preguntó si te gustaba -¿pasa algo? ¿así te gusta? dijo- y le pediste que te abrazara: justo a ella, la del sexo preciso, en plena sesión de perfecta lujuria te mostraste un poco más humano, y ella miró con desconfianza, cuerpo certero, levantó una ceja, dejó de moverse, se quedó en tus ojos difíciles y te abrazó pero no te abrazó en ese momento, no hasta comprender que esa sería la última vez que compartirían algo.-
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lunes, 17 de noviembre de 2008

anaranjados

A F.L.F.
Con la fama llegarán los flashes, las cámaras, las invitaciones al programa de Mirtha, el escándalo con las vedettes que jurarán en el programa de Rial tener videos porno amateur conmigo, y también estarán los enemigos que acerca la belleza, el gel para el pelo, las publicidades de yogurt con colchón de frutos anaranjados, los productos de Sprayette, los relojes de marcas palermitanas y las gafas superultramicroestetosfinas. Con la fama se hará más fácil colarse en el VIP de los boliches, en las fiestas de fin de año, en los teatros, el cine, restaurantes y telos para gente ABC1. En los canales de televisión dirán mi nombre casi tantas veces como el pronóstico del tiempo, en google voy a aparecer más veces que la frase "Pampita en bolas", y en la radio, los locutores se cansarán de decir mi nombre siempre tan largo. Chiruzas se inventarán hijos míos, habrá rumores de separación y reconciliación y nuevas separaciones con mujeres que ni siquiera llegaré a conocer. Todo será tan ajeno, y efímero, y tedioso. Siempre las mejores habitaciones a mi disposición, los vinos más caros y la más fina selección del mundo en drogas de diseño. Seré vanguardia, tendencia, cliché, snob, bluff. Voy a coger tanto que no tendré ni tiempo para ser feliz.-
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viernes, 14 de noviembre de 2008

rococó

Caíste después de tanto tiempo: pasaron meses, tal vez años, y abriste con la misma llave que te dí esa vuelta en casa de tus viejos. Te había dado el llavero con una foto mía -primer plano, y del revés, el escudo de Boca- y te dije vení cuando quieras. Parece que te lo tomaste muy en serio: viniste cuando quisiste, ¿cuánto tiempo habrá pasado? meses, años, qué se yo hace cuánto, pero llegaste con pompa rococó y glamour y me encontraste en zoquetes, calzoncillo y camiseta, a medio terminar el pollo al horno con papas y con la manopla para no quemarme. Qué hacés, atinaste a decir. Pollo con papas, pero no te referías a eso. No pude preguntarte qué hacías vos ahí, en mi casa, que llegabas otra vez a llenarme los ceniceros de porquerías, a rayarme los discos, a esconderme caramelos en el Winko, a comerte mis galletitas, a desparramar mis fichas de dominó, a bardearme los libros y a sacarme las pilas del control remoto para ponérselas a tu cepillo de dientes eléctrico. Sólo llegaste, está todo como siempre, disparaste -¿o me lo preguntabas?- y yo que siento el pollo quemarse, está todo como siempre repite tu sonrisa y yo que no sonrío y veo que te das vuelta y te encontrás con Ella.-
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jueves, 13 de noviembre de 2008

Wichi

Besos con delay, casi en silencio para no despertar al perro, que a su vez, despertaría la certeza de arruinarle el sueño a los hermanos y por ende la noche a nosotros, que habíamos entrado en puntas de pie por la parte del jardín, esquivando macetas y rosales: me clavé una espina que me cortó la mano izquierda. Entonces un poco de sangre y besos con delay, casi en silencio, en un sofá bordó debajo de un poema de Alejandra Pizarnik que estaba pegado en la pared. Terminamos enredados en un sexo animalizado en la cama de tus viejos, esta vez, debajo del retrato de una estrella de los indios Wichi, explicarías horas más tarde, coca-cola y galletitas Frutigran de por medio. Días más tarde, me reprocharías que hayamos cogido en la misma cama donde 25 años atrás fuiste fruto de una alianza de amor:
-Pero...¿vos de chica no vivías en Berazategui?
-Sí, ¿y? la cama sigue siendo la misma
-¿Y el colchón también? ¿El mismo colchón de hace 25 años?
-Sí...calculo que sí...
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miércoles, 12 de noviembre de 2008

invierno

Las putas en invierno se ponen más hermosas:
se abstienen de ese sexo de calcomanía que fomentan en verano,
dejan las orquillas para el pelo en los ceniceros de los albergues transitorios
y esas mismas orquillas se transforman en florcitas del jacarandá al llegar el invierno.
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Las putas en invierno se vuelven más finas:
sacan a relucir todos los misterios de sus ropas heredadas,
caminan por los parques a recordar esos días
en que jugaban a ser madres antes de que llegara el invierno.
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Las putas en invierno se cubren de melancolía:
ostentan estampitas, intercambian caramelos de miel y lápices labiales,
colorean las esquinas de los edificios de paredes blancas,
se mofan del pobre, se visten otra vez de invierno.-
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martes, 11 de noviembre de 2008

mediocre

Vocación, dicen los labios desprolijos en la cara recién afeitada de Quiroga. La cabeza le sale de una camisa blanca con rayas celestes, y la corbata roja estrangula el cuello por donde escapan intensos pliegues de carne y piel. Vo-ca-ción, y con la mano separa las sílabas sobre el escritorio de madera. A sus espaldas, el sol rebota en los pétalos de la gigantesca flor metálica de Recoleta. Vocación: dícese de un concepto que inventaron tres tipos para dejar afuera de una rama o carrera a la gran mayoría de la gente que no se siente con el don que esos mismos tres tipos se adjudicaron. Entonces el mundo está hecho para gente sin vocación, y de a ratos hay espacios para gente como ellos, gente que sí. En el colegio primario -católico, dogmático, ridículo-, un profesor me había explicado que hay personas que podían tener, por ejemplo, vocación para tocar la guitarra, para escribir, e incluso para amar a sus hijos. Y que a veces esa vocación demandaba mucho tiempo. Desde siempre, las palabras de ese mediocre y olvidable docente, me dieron la pauta de que esperaba algún día dar con una vocación útil, interesante, o al menos, redituable a nivel económico. Pero en ese momento, mientras Quiroga acentuaba la importancia de la vocación, una pequeña comisión directiva se reunía en mi cabeza para disparar, con total cinismo y excitación, la pregunta más inoportuna: ¿y ahora qué carajo vas a hacer con tu vida?.-
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lunes, 10 de noviembre de 2008

celeste

Ayer, mientras sacudía en la ventana el mantel con las migas del pan del domingo, una vaquita de San Antonio se quedó en mi mano izquierda. Solté el mantel celeste, que cayó hasta el patio y envolvió la cucha roja del perro de doña Susy. Entonces miré por varios minutos a esa bolita negra con pintitas blancas y anaranjadas, y cerré los ojos muy fuerte para pedir, como único deseo, que te quedes conmigo, aunque más no sea, hasta que yo encuentre una forma mejor de ser feliz.-
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viernes, 7 de noviembre de 2008

tranquera

No vas a volver a pensar en mí. No porque yo lo digo, sino porque todavía pienso en vos: de a ratos, me acerco a tus pagos y toco la campana, aplaudo en la tranquera, sólo se me acercan los perros y sus moscas, pero de alguna u otra forma yo sé que vos te das cuenta. Yo sí voy a recordarte: obrero que deja un muro a medio terminar, obrero que deja una cumbia a medio componer. ¿Por qué? Y no puedo ni odiarte, ¡la puta madre!, ni tenerte rencor puedo, porque hiciste todo bien: me ilusionaste, me vendiste Cinema Paradiso y compré, después cuando ya la tenía me la cambiaste por La vida es bella, pero todo bien, yo seguro habré hecho algo parecido alguna vez, sin darme cuenta, alguna vez, y ahora me vuelve. Y yo que creí, pensé, me equivoqué con la playa, las vacaciones y algunas perdices que soñé con vos. Un boludo. Pero un boludo con Norte y códigos, a no engañarse. Pero boludo al fin, y eso no quita que mientras yo me hiciera la Roma vos estuvieras en Ibiza, que yo eligiera perfumes para vos y vos excusas para no estar. Y bueno, ajo y agua, diría la nona -que Dios la tenga en la gloria-, y a vos que Dios te tenga para el cachetazo, que un cuentito de este tipo no se le hace a un tipejo de esta calaña, y que te vuelva, como un boomerang, te vuelva multiplicado, qué digo multiplicado, triplicado, o por cien, por mil, que te vuelva para que vuelvas conmigo.-
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jueves, 6 de noviembre de 2008

sidecar

Me acerqué por el buen trato y me quedé por la atención. Y ahora somos una perfecta sociedad conyugal, irregular, desprolija -sin papeles en regla, todo en negro, por zurda- y en ciertos momentos, excesivamente onerosa. Pero qué dupla: si habremos cerrado bares entre botellas de ignotas etiquetas, quemamos tantas sábanas de algodón y poliester, tantos turnos y pernoctes en lugares de mala fama, que decir que tal vez, no sé, dudar de que podría resultar en la vida real, sería gambetearle en el area chica a un arquero en silla de ruedas, un despilfarro de insensatez, y estamos para primera, que el miedo le agarre a los pechofrío, cagones y débiles. yo me voy con vos a donde sea, a donde sea con vos me voy y que se curtan los prejuiciosos, los inseguros y envidiosos: subite a mi sidecar que esta nave parte, y si bien es cierto que tengo más proyectos que billetes, también ando con más ganas de estar con vos en cualquier lugar del mundo antes que ponerme a pensar si hago o no lo correcto.-
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(imagen extraída de aquí)

miércoles, 5 de noviembre de 2008

thriller

Sabía que esto no funcionaría. ¡Eureca! y yo entonces viví durante todos estos meses con la Einstein de Palermo Soho, pelo castaño claro, metro setenta y cuatro, premio Nobel de cosmética avanzada, erudita de boutique. Si en verdad hubieses sabido que esto no funcionaría, estimo que no te hubieses emprendido en este Titanic con destino al témpano. Pero ahora me señalás, sabía que esto no funcionaría, repite tu dedito acusador, y reís, con un cinismo de thriller y tu gran revelación, te pone contenta haber descubierto el misterio, te gusta saber que al fin se terminó. Y cada vez que repetís que sabías que esto no funcionaría, lo que en verdad querés decir es que yo no funciono, es evidente, porque no funcionaste con las otras, y todas siempre dicen que sabían lo que sabía todo el mundo menos yo.-
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(imagen cortada, extraída de aquí)

martes, 4 de noviembre de 2008

mármol


Nos encontramos en el momento equivocado: con esa frase ella empezó a dejarme. Por instinto miré el reloj, ¿qué momento? pregunté, pero ella se cruzó de brazos y supe que hacerme el boludo no funcionaría. Hablemos adentro, hace frío acá, dijo y me llevó al mismo bar donde meses atrás, me había confesado que quizá, no sé, se me ocurre que vos podrías dejar de salir con otras mujeres y estar sólo conmigo. Eligió la misma mesa de la primera vez, junto a la ventana, frente al puesto de diarios del tipo ese al que le falta una mano. Y tuve tanta mala suerte que nos atendió el mozo que nos trajo nuestras primeras lágrimas en jarrito, y que fue la primera persona a la que le dijimos que éramos novios. En secreto, ese mismo mozo -Juan Carlos, Lugano, tres hijos- me confesó al oído que era un pelotudo -sos un pelotudo, nene, así me dijo- por haber dejado la joda por una mujer. La joda es como la dignidad: lo último que se pierde, había asegurado Juanca. Pero ahora se acercaba con tono solemne: no nos reconoció. Mejor así. Pedimos lo de siempre. Vos sabés como es esto, dijo ella, y antes de que me apuntara con su ametralladora de lugares comunes -no sos vos soy yo, algo se rompió, y la lista de frases que incomodan más al que las recibe que al que las dice-, me apresuré a contestar no te entiendo, y ella que se acabó. Improvisó un llanto de mármol, y le dije dejate de joder, si no sabés llorar. Silencio. Sus dedos temblaron en el borde de la mesa: eso me puso un poco nervioso. Desde afuera, Los enormes ojos de Angelina Jolie me observaban desde una revista del puesto de diarios. Insensible, gritó ella y se fue sin dejar ni una moneda. Sobre la mesa, dos lágrimas en jarrito, con las masitas obsequio y todo. ¿Te cobro? preguntó Juanca. ¿Y si te digo que no qué? Se me ocurrió desafiar, pero mi billetera se abrió y eso fue suficiente aprobación. Diez pesos, pidió y le di doce. ¿Te conozco de algún lado? preguntó con inquietud casi homosexual. Jamás nos vimos, Juanca, contesté y salí del bar.-
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(imagen cortada, extraída de aquí)

lunes, 3 de noviembre de 2008

corchitos

Tengo el fierro, los corchitos y la llave. La gilada la pone un cualquiera, pero si no hay gilada no hay laburo, se sabe. Si no hay gilada no hay coraje, y si no hay coraje no hay nada, entonces mejor traer, llevar, tomar, poner, cargo el fierro y por las dudas agarro una punta, no vaya a ser cosa de que la muy hija de puta se achique y tenga que ir de guapo, de boludo, de picante al pedo. Bocina. Estos tipos no tocan timbre, van de bocina, cosa de que se entere todo el barrio. Y me subo al coche, le dejaron la patente, ¿pero ustedes son boludos? y de una patada saco la del frente. Sangre en el pie. Uh. Acelerá, dale que tengo sueño, dame, pasame, ¿y eso? traé acá, salame. Y justo sale el tipo con la camioneta, con la camioneta sale este turro que además tiene otro auto adentro, a este se la damos, a este sí, por hijo de puta, por mierda, mierda bajate del auto y el primer tiro es del que tiene una bolsita en la mano. Qué hacés, así no se labura, y vos salame me traés a estos gatos barriletes y ahí nomás le pongo un tiro en la pierna al primero que disparó. Y basta de gastar tiros. Mi segunda bala en la cabeza del mierda que ya ensució la camioneta, le doy otro y y otro entramos por el garage y quietitos todos que esto es un asalto y al que jode lo pongo.-
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(imagen extraída de aquí)