viernes, 30 de enero de 2009

monóculos

Por Michael Polvino
Concertá una cita para mañana con mi secretaria que necesito hablar con vos en el estudio, impone la seriedad en pijama de mi contador, que dicho sea de paso, es también mi padre. La palabra "concertar" me remite a música de cámara, Schubert, gente con smoking y monóculos en palcos privados. De todas formas, me limito a contestar está bien, aún sabiendo que (lo ilógico d)el pedido despierta una preocupación que a su vez despierta insomnio: algo no está bien. Con la entrevista concedida -viernes por la mañana, a las 10: la secretaria parece no dormir, y si uno con su desvelo la llama a las tres de la madrugada del (ya) viernes para arreglar una cita ese mismo día, ella consulta la agenda y responde con su cándida voz de amo mi trabajo y todo lo que ello implica-, me levanto temprano, me ducho y salgo de casa sin saludar a nadie. Colgado de un pasamanos del subte línea A, en mi cabeza se dispara el random de palabras sobre las que puede versar nuestra charla: faso, guita, laburo, sexo, embarazo, marihuana, marihuana, promiscuidad, hermanos, aborto, divorcio, parricidio, bienes personales, la legítima, vocación, facultad, casamiento, nieto, suciedad, depresión, granja, ayuda, pastillas, amor, compañía, soledad, independencia, profiláctico, y la tentativa lista se extiende y tergiversa. Cuando me quiero acordar de cuál fue la primera palabra, ya estoy en Castro Barros, y unas cuadras más adelante, en la puerta del edificio. Timbre. El doctor lo espera, dice la secretaria. ¿Tenés vida? quiero preguntarle pero le convido una pastilla sabor pomelo que rechaza. En su oficina, el contador. Buenoeltemaesasíyotellaméporquequeríahablartedealgomuyimportante y el monólogo se superpone con carpetas que desparrama sobre el escritorio. No entiendo un carajo, hablá más despacio, le pido y él dice escuchame y yo escucho y él que saca radiografías y papeles con electrocardiogramas y números y valores y triglicéridos y sigo sin entender un carajo y estadísticas y esperanza de vida y glóbulos rojos y ¿podés ser un poquito más preciso? y un tumor. Silencio. Sus manos juntan las carpetas. Ok. Entendí todo. Silencio. Así, unos seis, siete minutos. No puedo mirarlo a los ojos, no quiero, no sé cómo. Ahora vuelvo, le digo y él no pregunta a dónde voy. En el kiosco, más pastillas de pomelo y un Camel de 20. Nada de paquete de 10, ya fue, el primer paso para desterrar el vicio es asumirse como tabacodependiente. Enciendo el cigarrillo en la puerta del kiosco y una viejita pasa y pregunta joven, ¿podría darme fuego?. Por qué no te vas a la reconcha de tu madre, exijo sin esperar respuesta. En el cielo, nubes grises: la lluvia comienza a mojarme la punta de las All Stars.-
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(imagen extraída de aquí)

jueves, 29 de enero de 2009

cucú

Una mujer sin sorpresas es el diez de un Dream Team sin gambeta, es una barra de chocolate Yoghurt a medio derretirse, un nene-rocanrol-nene que juega a las bochas en la plaza del barrio, un número de teléfono incompleto y borroneado, una puta que te pide mimos, una remera de Pink Floyd en monocromo, es el mejor poema del mundo pero en arameo antiguo, un freak trip por las alcantarillas de Bora Bora, un pájaro carpintero en plena crisis vocacional, un teatro de revista con modelos sin piernas, una publicidad de pan dulce para perros, una langosta que se acompaña con vino tinto en sachet, una película de guerra pero sin tiros ni granadas ni tanques ni sangre, es una mano sin dedos, un amigo del colegio que no te dice de quién gusta, un almanaque sin fechas patrias ni feriados, un reloj cucú al que le falta el cucú, un sabadueira, un wannabe frustrado, un hasta el próximo encuentro casual, un helado de plástico.-
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(imagen extraída de aquí)

miércoles, 28 de enero de 2009

estética

I don't know why someone control you, me dice Lennon, amigo de la casa, a quien he visto y perdido en submarinos amarillos, bosques sin horizonte, arcoiris sin brillo propio. Y yo que te miro, vos con tu estética frenética belleza, vos sí que sos un arcoiris, vos sí que don't let me down suena ahora o eso me parece, o no me importa porque te salen colores de los labios, y yo que cual Lennon me perdono por ser tan tonto ahora que te tengo más cerca que hace tres puchos pasados, me perdono, sí, por qué no, y ahora casi te digo Marilyn Monroe, arcoiris, Sexy Sadie.-

martes, 27 de enero de 2009

asco

No quiero cerrar los ojos: mirá si todavía los cierro y aparece ese tipo de la película con un cuchillo, corre la cortina del baño y me caga matando. No, para qué, no cierro los ojos y listo. Y se van todos a la mierda. Además, este shampoo dice "no más lágrimas". Me pueden entrar tres botellitas enteras en las pupilas que no me quedo ciego ni por joda. Sino, deberían devolverle la guita a la gente. No más lágrimas. Ojalá funcionara para todo. Uno se lava el pelo con el Johnson & Johnson y no vuelve a llorar. Te deja tu jermu, se te pasa la comida, te caga en la cabeza una paloma, incluso cortás cebolla y nada. No llorás, mirá qué fácil. Está bueno esto de bañarse. No tan seguido, que en una de esas viene el tipo este de la peli y te hace cubitos. Me olvidé de hacer hielo: la puta madre, el whisky caliente es un asco. Che, qué fría está saliendo el agua. Para mí que se apagó el termotanque. ¿O tengo calefón? nunca supe muy bien la diferencia. Da igual. Lo importante es no abrir los ojos, así no entra nada. Cerrarlos bien fuerte, y que los demás se mueran. Total, se van a morir: un poquito más temprano, un poquito más tarde. Da igual. A la larga, todo da un poquito igual.-
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(imagen extraída de aquí)

lunes, 26 de enero de 2009

dale dale

-...no, de verdad, no quiero nada para mi cumpleaños, así estamos bien
-¡No!, pero yo te quiero regalar algo
-Nah', dejá, no seas tonta...
-Dale gordi, ¡decíme!
-No...en serio...
-(ella interrumpe) dale dale dale dale dale dale dale dale dale...
-(ella sigue con su reiteración de "dale" y él habla encima) no en serio...ok...a tu vieja...
-¿Qué?
-Sí, lo que escuchaste, si tanto me preguntás lo que quiero para mi cumpleaños, ahí lo tenés: quiero una noche con tu vieja.
-jajajaja, dale tonto, ¡decíme!
-Eeeeeeeee parece que no entendés (enciende un cigarrillo desde el fuego de la vela aromática). Quiero estar con tu mamá, si de verdad me querés hacer feliz, eso es lo que quiero.
-Pero...es mamá. No creo que acceda (se rasca la cabeza y mira un horizonte que no existe en una pared de la habitación).
-Bueno, si me querés, lo vas a lograr
-¿Y sino?
-Bueno, vos sabrás...(cierra los ojos, y levanta los hombros y las cejas. Cae el telón)
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(imágen extraída de aquí)

viernes, 23 de enero de 2009

tregua

Hicimos el rocanrol en la parada del 39 en Constitución, a las tres de la madrugada de un miércoles tramposo y anoréxico. Esquivando perros, chorros, tranzas y consumidores, nos fuimos encariñando con el paisaje -el paisaje del uno y del otro-: tu brazo quedaba muy bien enredado en mi brazo, y yo me perfilé como un accesorio elocuente para tu colección de anillos y collares de oferta. Así fue como se produjo el careo y sin ronda de reconocimiento previa, nos dimos una tregua -acto seguido, una guerra- contra el paredón de la estación de trenes.-
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(imagen extraida de aquí)

jueves, 22 de enero de 2009

maicena

Ahora que lo mencionás, y que me lo echás en cara en uno de tus textos -porque yo leo tu blog y lo sabés, no te hagas el tonto, y sabías que me iba a molestar porque me vería identificada y algo te iba a decir-, me gustaría aclarar que vos tampoco fuiste de lo mejor, y que imaginé que no me recordarías más que como una reverenda hija de puta. Lo de que soy una puta y soberbia y todas esas pavadas que me dijiste, las voy a dejar pasar. Pero mamá no tiene nada que ver en esto esto. No la metas en esto a mamá. Si te pone contento despacharte con algún familiar mío, te cuento que se murió mi perro Azuquitar. Sí, al fin falleció, vos que tanto te quejabas porque te daba besitos en los pies mientras nosotros hacíamos el sexo, quiero pensar que lo lograste, y aunque no te voy a culpar por la muerte de mi perro, estoy segura de que tus patadas e intentos de homicidio con Gamexane contribuyeron a que Azuquitar se enfermara. Y ahí está: lo enterramos entre esos dos árboles en los que vos tenías tantas ganas de poner algún día una cama paraguaya. Ahora hay una montañita y una cruz. Cuando quieras podés pasar a darle tu pésame: en una de esas te espero con Nesquik y alfajorcitos de maicena.-
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(imagen extraída de aquí)

miércoles, 21 de enero de 2009

parcela

Una, y otra vez, y otra vez empecé a escribir esta misma carta, y la reescribí, y la volví a reescribir, todo para hallar una forma alternativa de darle pie a estas mismas líneas, tratando de no comenzar con la frase "la verdad que sos un reverenda hija de puta". Pero no. No hay forma. Hurgo en mi parcela léxica y nada. Así que buen. Lo intenté. La verdad que sos una reverenda hijo de puta. Ahí está. Pero qué linda hija de puta, una hija de puta con clase eh, no vayamos a confundir. Una hija de puta gourmet, de elite. Porque ser hija de puta tiene un mérito: una boludita es una boludita, para ser hija de puta -tan hija de puta como vos- hay que tener cabeza. Y además hay que estar buena. Y esa sos vos, no hay duda. Acá no hay mosquita muerta. Tal vez por eso me gustaste, por hija de puta, por puta y por soberbia y reventada. Y los momentos que compartimos -¡qué buenos momentos!- los miro con simpatía. Fuiste tan hija de puta que me hiciste feliz. Y no me molesta saber que ya no te queda ni dignidad para mirarme a los ojos, me perturba la idea de entender que aún sabiendo que sos una grandísima hija de puta, volvería a permitir que me dejaras así de mal una, y otra vez, y otra vez.-
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(imagen cortada, extraída de aquí)

martes, 20 de enero de 2009

Tigre

A mis 9 años vos tenías 14 y ya te ibas, toda pinturrajeada por tu hermana la más grande, a los bailes del club Versalles con tus amigas del colegio de Ramos Mejía. A mis 9 años yo tenía más ganas de ser el Tigre Gareca que de verte jugar en la pelopincho de casa: vos y tu flequillo rubio que se te pegaba en la frente, con tu malla enteriza de florcitas amarillas y rosas, bajabas toda mojada por las escaleras de la terraza y mi mamá te decía que no corrieras, que te ibas a caer y después iban a tener que ir de urgencia al hospital Italiano a que te hicieran puntos. Pero nunca te caíste, y eso que andabas descalza por todos lados. Yo no jugaba en la pileta por miedo a tropezarme: prefería molestar a las hormigas que llevaban pedacitos de hojas. Pero una vez había hecho más de 36 jueguitos seguidos con la pelota -nunca pude romper esa marca- y estaba tan contento que me invitaste a la pile y fui. Entonces metías la cabeza debajo del agua y me mirabas con tus ojos de nena grande, a mí que siempre fui un chico de pocas luces y hoy soy un mediocre con algo de alergias y suerte para encontrar cosas tiradas en la calle. Ya no me mirás más, pero esa vez me preguntaste si alguna vez me había gustado una chica y no supe qué contestar y te dije que quería ser el Tigre Gareca. Te reíste sin entender, y yo me reí porque se te había corrido la malla y se te veía todo pero a vos ni te importaba porque ni te tapabas. Esa fue la primera vez que me gustó una chica.-
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(imagen extraída de aquí)

lunes, 19 de enero de 2009

bolsillos

Uau. Es decir: cuando uno dice uau, después de esos seis segundos en los que ella te bate la posta, te tira un centro a la hoya en el minuto noventa y cinco y te mete un gol de chilena, justo en ese instante decís uau y ya no hay más nada que decir. Uau. Y te lo digo así porque no hay sinónimos, y para qué esmerarse en explicar una onomatopeya única y que abunda en contenido. Te digo uau y sabés de lo que te hablo. Uau, te lo digo a vos, en tu cara, uau y que no se repita, uau y no vuelvas a hacerlo, a dejarme en ridículo, en evidencia, en Babia, Roma, Venecia, Saturno, la Luna o tus bolsillos.-
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(imagen extraída de aquí)

jueves, 15 de enero de 2009

1200

Andá de Nana, dijo el conserje y levantó una ceja mientras deslizaba por sobre el escritorio un papel con un dibujo del camino. Nana es, ni más ni menos, que un barrio cerrado con pasillos blancos y luces rojas, y en cada pasillo hay puertas que tienen un nombre: Claudia, María, Virginia. Por unos 1200 uruguayos, las chicas obsequian el souvenir de un lugar mítico en lo que fuere la Banda Oriental. Hoy, la primera y única central de donde emana el mejor sexo de Punta del Este, se ubica en esta casa de citas, alejada del glamour y la obscenidad de ciertas opulencias, en la -deteriorada y venida a menos- zona roja de Maldonado: un lugar áspero donde es preferible no perderse y jamás parecer turista, menos argentino. Más vale entonces tomar el consejo e ir a lo de Nana -¿quién habrá sido Nana?- y acto seguido, tomar el papel que ofrece el conserje para no caer en las fauces de una casa de burlesque de mala muerte.
No hay carteles ni señales. Nana es, hasta el momento, un plano en el dorso de un volante de una pizzería. A los cinco minutos, Nana es un estacionamiento, donde un pibe con retrasos mentales y una pechera celeste acomoda los autos con prolijidad de orfebre. Un tipo de (in)seguridad certifica que mi amigo y yo seamos mayores. A sus espaldas, Almafuerte no reemplaza a las cálidas melodías de Phill Collins que tanto me han acompañado en las noches de lujuria adolescente en albergues transitorios.
-Pasen chicos
-¿Nos recomendás alguna mina en especial?
-No puedo.
-Dale, no seas ortiba
-No puedo.
El tipo no puede elegir a una de las 33 putas no porque esten todas buenísimas, sino porque no está para hacer lobby sino para ver que los pendejos bien de Punta y los viejos gateros que dejan el Conrad para escapar de sus mujeres tengan, en efecto, 18 años. Le pagan por ser discreto, y escuchar la voz de Iorio de 21 a 5 de la madrugada. Mientras tanto, los restos de las cervezas recién tomadas -que son los restos de noches bien remuneradas- se acumulan en la ventana de uno de los cuartitos. Desde algún lugar del Este, Nana nos mira y le sonríe a su clientela.-

lunes, 12 de enero de 2009

babosas

Last train to London y cinco babosas en una bandejita de plata sobre el tablero de la RAM 2500, que ruge por La Barra a ciento sesenta kilómetros por hora. Nos vamos a matar, desliza el conductor y le da otro sorbo a la botella de Smirnoff. Nos vamos a matar y es casi una certeza, algo más que intuición, mientras en el asiento trasero, una mina que hacía dedo hasta hace algunos minutos ahora improvisa para los dos acompañantes felaciones atolondradas a cambio de una de las cinco líneas de merca. El mar golpea contra las rocas: es de noche y en algún lugar del mundo ya es de día, y en alguna almohada en Capital Federal, tiene que haber -tiene: casi un deber, alguien tiene que hacerlo- una mujer que piensa en mí. Ya ni me hago la idea de que sos vos. La RAM salta cuando toma velocidad: chispas.-

viernes, 9 de enero de 2009

desayunos

Si se te ocurre que ella podría encajar perfecto en ese espacio que completa la mesa familiar, o incluso que sería de mucha utilidad para leer los diarios en esos eternos viajes en auto al Sur, o que prepara buenos desayunos, o que su ropa interior combina con el color de los azulejos de tu baño, o que por más que no le guste hacer la cama reconocés que la deshace muy bien, o se te cruza por la cabeza lo interesante de comentar una pésima película con ella, o te sentís que juntos son libres a la hora de ser prejuiciosos y discriminadores y cínicos en la intimidad del para ser honesto..., o sentís que las canciones de Cesar Banana Pueyrredón te hablan todas al oído, o cambiaste las lecturas del Marqués de Sade por las recetas de la Hermana Bernarda, o a escondidas y antes de ir adormir te ponés cremas antiage, o te paraste un segundo a pensar cómo sería ese mismísimo segundo dentro de mil años junto a ella, fumando un cigarrillo de una marca que todavía no existe, cerca del mar pero no tanto porque hace frío, quiero decirte, estimado chaval, que lo lamento mucho porque estás hasta las bolas.-
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(imagen extraída de aquí)

martes, 6 de enero de 2009

breve.-

Hay noches en que al final de las birras y el toqueteo en espacios públicos, vuelvo a casa con la idea de que no entendiste nada de todo lo que te dije esa misma noche (...)-

viernes, 2 de enero de 2009

vacaciones

Por cuestiones vacacionales, enero será un mes de posts intermitentes. Desde ya, les pido perdón por no haberlo dicho antes. Nos vemos en breve, a mitad del corriente todo vuelve a la normalidad (?).
Ah, y muy feliz año.
Y gracias por bancar.-