A mis 9 años vos tenías 14 y ya te ibas, toda pinturrajeada por tu hermana la más grande, a los bailes del club Versalles con tus amigas del colegio de Ramos Mejía. A mis 9 años yo tenía más ganas de ser el Tigre Gareca que de verte jugar en la pelopincho de casa: vos y tu flequillo rubio que se te pegaba en la frente, con tu malla enteriza de florcitas amarillas y rosas, bajabas toda mojada por las escaleras de la terraza y mi mamá te decía que no corrieras, que te ibas a caer y después iban a tener que ir de urgencia al hospital Italiano a que te hicieran puntos. Pero nunca te caíste, y eso que andabas descalza por todos lados. Yo no jugaba en la pileta por miedo a tropezarme: prefería molestar a las hormigas que llevaban pedacitos de hojas. Pero una vez había hecho más de 36 jueguitos seguidos con la pelota -nunca pude romper esa marca- y estaba tan contento que me invitaste a la pile y fui. Entonces metías la cabeza debajo del agua y me mirabas con tus ojos de nena grande, a mí que siempre fui un chico de pocas luces y hoy soy un mediocre con algo de alergias y suerte para encontrar cosas tiradas en la calle. Ya no me mirás más, pero esa vez me preguntaste si alguna vez me había gustado una chica y no supe qué contestar y te dije que quería ser el Tigre Gareca. Te reíste sin entender, y yo me reí porque se te había corrido la malla y se te veía todo pero a vos ni te importaba porque ni te tapabas. Esa fue la primera vez que me gustó una chica.-
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(imagen extraída de aquí)
1 comentario:
Yo le dije que en esa luna se esconde una chica que mira hacia abajo, de flequillo y con el pelo hechado a un lado. Ojalá la vea. porque puede que sea rubia, siendo lo morocho sólo un efecto de la sombra claro y así tendríamos una rubia en la oscuridad que emerge de esa luna plagada de recuerdos. Hermosos. Como este. Me conmovio. Recorde las travesuras con mi primo Pablo en la pelopincho. El primer chico que me gusto. Saludos ojo de Tigre.
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