martes, 14 de abril de 2009

platónico

Decís que no, pero te quedás. Pedís la bocha y cuando te pongo el centro justo justo en la cabeza, te dejás caer: delantero de gastados botines cambiados de pie, actriz de telenovela mexicana, panelista de foro-debate en el reality show de mis días. Sos el té con limón y un poquito de miel; sos la miel, sos el limón, y a veces la galletita obsequio, el tema de Caetano, la sonrisa de los bebés en el subte. Sos las ganas de abrir los ojos, el inexplicable romance que ahora sostengo con la rutina que detesté hasta conocerte, sos la tregua entre los remiseros y los taxistas, sos el Sugus de ananá en los recreos del jardín de infantes, sos el guiño de la vendedora de zapatos en Recoleta, sos la lírica en los pasos por Florida, y al fin sos estas líneas: qué mal que le hacés a mi prosa, te aseguro que nunca escribí peor, pero qué buena se puso la vida cuando me diste a entender que sí, que íbamos a tener un amor platónico y ridículo, sinfónico y enérgico. Ahora que sabés que también sos la inspiración y toda esta serie de palabras estúpidas volcadas en un papel, ahora que estoy rebajado como jarra de coca-cola en fiesta de 15, decíme querida, ¿cuándo vendrá tu soberbia a copar el cajón de mi mesita de luz?
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(imagen extraída de aquí)

5 comentarios:

Soy peregrinaperla dijo...

Es durísimo reconocer que un ser no grato es nuestra fuente de inspiración. En mi blog no lo puedo decir mucho, pero acá, sí.

Ø dijo...

La ternura puede llegar a ser una de las mejores cualidades de un escritor.

Muy bueno.

Abrazo

Aurora dijo...

Jajaja, no, no te odio, para nada...
tengo motivos?
Sabía que te iba a gustar el final, mi final del jueves, no me gustó ni un poco, quedate con las ganas se llama.
Es un poco como plátonico...

Aurora dijo...

Claro, empezó siendo tan bueno... y termina generando mi odio, porque no debería escribir sobre él... vos sabés.
Felices pascuas... habrás comido huevos, otros no tienen tanta suerte, ja

Celes dijo...

Sos las ganas de abrir los ojos, el inexplicable romance que ahora sostengo con la rutina que detesté hasta conocerte

Me encantó