jueves, 17 de enero de 2013

monotributo


Te busco en Google para enterarme si algo cambió. Tecleo tu apellido sin tilde, tu nombre y tu seudónimo con violencia. Veo tus fotos desperdigadas en las páginas de pornografía amateur, amigos en común y advertencias cibernéticas de organismos recaudadores de impuestos. Cuando se enteren de que adeudás varios meses del monotributo, vas a tener que vender tu bicicleta inglesa para ensanchar las arcas del Estado.
Te busco a vos y me busco a mí: no sea cosa que la tecnología vuelva a enlazarnos y nosotros acá, sin darnos cuenta, viviendo alejados, en una realidad prestada. No quiero saber si estás bien, si te mudaste o compraste un BlackBerry. Si arreglaste la silla de tu escritorio y limpiaste la sangre del mosquito que maté mientras dormíamos la siesta en diciembre de 2009. No quiero saber si algo cambió porque tampoco tengo claro qué es peor: si enterarse de que nada cambió o de que todo sigue igual a como yo lo dejé.-
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Imagen extraída de acá.-

2 comentarios:

Antonia Cossio dijo...

En el lado positivo, si nada cambió entonces es probable que todo siga como lo dejaste. O no.

Anónimo dijo...

Gracias por volver a postear