Cinderella

De vacaciones por el paraíso: la arena es blanca, fina, y el agua es verde, o así lo pienso cuando estoy en la playa. De vacaciones y con mi futura ex-felicidad que aún no sabe que ya es mi futura ex-felicidad, todavía no sabe de mis planes a corto plazo. Eso no me enorgullece, saber que no tolero una situación estable pasado un determinado tiempo. No me alegra la soledad, el fracaso, la distancia. Y como si todo esto fuera poco, hoy vino al trabajo una mujer que buscaba la película de Cinderella. ¿Por qué Cinderella? Por qué no Blancanieves, Rapunzel, Anastasia, incluso Pocahontas. Por qué la sometida, la esclava, la puta, la jamás elegida. Llevate otra, son todas iguales, siempre el mismo final feliz, siempre moraleja, nunca una desgracia, llevate otra, pero no ella. Ya sé que es para tu hija, pero por qué Cinderella -ni siquiera Cenicienta-: por qué Cinderella y esta sensación de estar perdiendo todo.-