Dime lo que tomas y te diré quién eres...

La Universidad de Phoenix, Surich, Partido de Lomas de Zamora, determinó que es posible conocer a fondo el carácter de una persona a partir de su desayuno. A continuación, la lista que este prestigioso centro de investigaciones le contrabandeó a nadienuncanada.

-Quien toma mate no usa reloj pulsera, y si lo hace, no le importa llegar tarde. Él preferiría tomar birra con los amigos en lugar de ir al trabajo, pero allí se dirige, siempre despacio, sólo porque sabe que en el laburo, hay otro tipo que lleva el termo.

-El tipo que pide café con leche tiende a ser obsesivo-compulsivo. A diferencia del que toma mate, éste vive apurado y jamás acompaña su desayuno con vainillas, menos que menos baibiscui. Quien acompaña este tipo de bebida con azúcar, es más compulsivo que obsesivo; si lo toma sin nada, queda claro que es un amargo, típico sujeto que señala con el dedo y que manda al frente a cualquiera.

-Aquel que beba té con leche, es una persona gauchita(sic). Acompaña con su desayuno, alguna que otra galletita dulce, de forma circular si es posible, como las Maná. De otro modo, escogerá los triangulitos de hojaldre, que salen como trompada.

-El que toma mate cocido es muy indeciso. Suele tener problemas de indole sexual, y a lo largo del día se queda dormido en cuanto transporte público se siente. Si lo corta con un poquito de leche, la regla cambia: quien toma con leche descremada, según los expertos, es una persona de tránsito rápido(lo contrario al tránsito lento) y quien acompaña esta infusión con leche entera, jamás supo dibujar casitas en el jardín de infantes.

-El yogur para el desayuno es elegido por los amarretes, egoístas, sapos en la barriga y demás sinónimos. Por lo general, hay más mujeres que hombres que beben yogur. Quien le pone copos de maíz, de vez en cuando mira el programa "Wild On". El que lo toma solo, cada tanto piensa en cambiarse el nombre por uno "con más onda".

-Chocolatada es desayuno fundamental para cualquier niño de hasta 18 años. Todo aquel menor que no lo haga a lo sumo hasta los 11 años, cuando sea grande le van a crecer pelos en la espalda, y todos sabemos que eso no es divertido. Ahora, si uno sigue tomando chocolatada pasados los 18 años, es recomendable que lo comente con su analista.

-Si el individuo prefiere jugo antes que cualquier otra bebida, es raro que él mismo se lo prepare. Suelen ser cómodos y bañarse todas las mañanas.

-El que bebe capuchino usa sombreros grandes, y suele caminar medio chueco. Le agradan los viajes al exterior y si puede, se pone anteojos ahumados.

-El té con limón queda claro que es de abuela. Ahora, si le ponés limón limón, es decir, no Minerva, sos una persona naturista, cuasi hippie, y algo nostálgico. Si utilizás Minerva, sos un vendido, y seguro que de chiquito siempre decías que eras de Boca y de River. El té con miel no entra en esta categoría. Nadie desayuna todas las mañanas té con miel.

-Los que toman té de boldo/menta peperina/tilo/hiervas secas/pulpa de durazno/naranjú y demás porquerías, claramente son bastante drogadictos. Es obvio que nutrieron su infancia con libros de Hesse, Cortázar y tal vez, en su vida de adultos, Osho. Puede que hasta prendan sahumerios y escriban sus memorias.

-El que toma Coca-Cola es un adicto. El que toma cerveza u otra bebida alcohólica es un borracho.