Mentir es divertido, se me hace muy sencillo, limpio y prolijo. Cuando uno miente bien -miente rápido, con eficacia y yendo al centro neurálgico de una mentira bien dotada- la gente pregunta menos, y eso ahorra explicaciones banales en temas aún más banales. Los fondos oceánicos de la luna son de color magenta. ¿Cómo lo sé? Lo dice el último estudio de la Cambridge, que salió entre el 23 y el 24 del mes pasado, sí, el 24, porque justo ese día cumple años mamá. 1 a 0. Listo. Una mentira verosímil y directa: la justa patada en las pelotas de la buena fe, las sanas costumbres y la diplomacia en una conversación amistosa. Nadie hace más preguntas, todos creen después de una mentira exacta, y uno puede tomar su Fernet con cola sin el fragor cotidiano de la lucha discusional. Todo gracias a una mentira. El que dijo que errar es humano, es un pelotudo. Mentir es humano (de humano inteligente). Los animales no mienten. ¿Alguna vez viste un canario que mienta? ¿Acaso una jirafa mentirosa? Para mentir hay que ser vivo y elegante: cualquiera dice la verdad, cuenta lo que vió, lo que sintió o lo que le pareció dado el supuesto y listo. Además, el tipo que no miente es un genuflexo. ¿Qué hiciste ayer? y el hombre dice la verdad. Punto. Es un súbdito de la curiosidad ajena, una puta librada al capricho de la sinceridad desinteresada. Y eso te vuelve un ladrillo, porque el tipo que miente, crea, imagina. El buen mentiroso es un artista, escultor de la sintaxis y creativo compulsivo. Algunos dirán que es un poco enfermo, pero quién no se engripó alguna vez y no por eso deja de ser sano. Mentir está bien. Después de todo, uno es lo que el otro cree que uno es.-
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4 comentarios:
me encanta. te felicito una vez mas.
Dejá el fernet, se te enfría la leche.
la tomo fría, no te hagas drama.-
muy bueno. Casualmente estuve pensando algo muy parecido estos dìas....
Abrazo, y sinceras felicitaciones.
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