Digo uno veinticinco y el colectivero presiona un botón. Boleto. El 88 está vacío, me siento por el medio. En la próxima parada, sube una pareja con dos nenes rubios de ojos turquesa. Lindos los nenes, se le caen los mocos y se acomodan delante mío. Pongo la radio, un tema que conozco, me gusta, canto para adentro. El bondi se detiene cada dos cuadras. Sube una señora de bufanda roja, tiene un par de bolsas de consorcio, llenas de ropa, seguro. Atrás de ella, cuatro pibes con gorrita 90 grados, huelen a desodorante para ambientes, van a los últimos asientos, uno de ellos se prende un faso, pero ya nadie se da cuenta porque a un lado del conductor, un tipo vende sahumerios 20 por un peso y enciende uno para que podamos sentir que sus sahumerios son de lo mejorcito de plaza francia, y grita comprenme los sahumerios de la felicidad, y sin querer lo empujan tres chicas floggers que ahí nomás sacan una camarita y se sacan fotos con flash, y una embarazada dice uno veinticinco y ¿tengo que pagar por el bebé en camino?, y el chofer le dice no nena, pagá cuando tenga tres años, y nadie se pone de pie y yo me paro y le digo sentate acá porque la gente es pelotuda, y los pibes del faso convidan y todos les dicen que no, y entonces sube un payaso que dice que tiene HIV, y atrás de él, una mujer en silla de ruedas nos vende unos chocolates para disfrutar en el viaje, y tres gordos entran por las ventanas y ofrecen chipá, y los nenes rubiecitos preguntan ¿qué es ese olor? Y yo mismo comienzo a sentir que tal vez estoy demasiado apretado, me estiro para ver la salida, ¿qué es ese olor? pregunta una vieja y alguien grita algo pero no se escucha nada porque hay una banda norteña que toca sicu, charango y bombo, piden un aplauso y cuando alcanzo a ver dónde está la puerta, identifico que del motor sale humo, y ahora no se ve nada, la gente tose y el 88 en algún momento tiene que doblar pero ya no dobla, qué carajo pasa grito pero nadie responde y si responden la respuesta se tapa con el grito del tipo que vende la super birome con encendedor y la cara del Che Guevara, y el bondi avanza a 130 kilómetros por hora, y nadie le da pelota al payaso con HIV que amenaza con cortarse las venas en vivo y en directo, y los gordos lo relajan con chipá mientras le sacan de las manos el cuchillito que ostentaba y ahora vamos a 160 y el conductor se pegó un tiro.-
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6 comentarios:
jajaja... vos me crees si te digo que me estoy riendo mucho? y el conductor se pegó un tiro. sigo riendo. qué te pasó? te maquinaste? una velocidad para convertir el 88 vacío en caos! me gustó!
me hiciste acordar a que en bolivia me llamó la atención que hay muchos colectivos que dicen: "pohibido escupir", al lado de una foto del che!
Jajajajajaja, muy muy bueno.
Saludos!
pobre colectivero...
Excelente...
¡Cómo cocina ese horno, botija!
Muy buena la columna, y un viaje bien tranquilo.
Flashé
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