No te confundas: Walter no es un simple carnicero de Flores, Walter es más bien un artesano del pata-muslo, poeta del osobuco, el tipo tiene magia entre las manos, o más bien, tiene un cuchillo y un afilador mágico entre las manos, tal vez no te des cuenta ahora mismo, pero en algún momento te cae la ficha y esa ficha cae cuando la carne cae sobre la parrilla, ahí nomás te dan como ganas de ponerle unos besos a la colita de cuadril, a las manitas de Walter, un fenómeno Walter, orfebre de la media res, ingeniero en tripa gorda, el barón tiene el corte que vos quieras y te lo prepara como a vos te gusta, ni hace falta que le digas nada, él ya sabe, un experto te digo, médico cirujano que se viste de blanco, empapado en sangre va hasta el fondo del asunto y te saca toda la porquería que viene con el pollo, te lo envuelve en una bolsita por si se lo querés dar al perro, un copado Walter, vos entrecerrás los ojos y el tipo ya sabe lo que andás buscando, basta con que lo mires al mentón, al filo de su cara que ostenta una barba de tres días y una virilidad del vago que la vivió y que se la sabe de pe a pa, del que la juna lunga, porque es así nomás eh, Walter la tiene atada, el día que la vida le quiso mojar la oreja, dicen que Walter la cortó al medio, le sacó la grasa, la pesó a ojo y después la cortó en rodajas, rodajas finitas, no muy gruesas Walter, así está bien, dame kilo y medio, grande Walter, eso sí que es prolijidad, regio regio, ¿Cómo anda la hernia de disco? Mejor así, gracias por todo, saludos a la familia.-
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2 comentarios:
Genial!
Saludos
A que Walter también te reserva el matambre para las Fiestas...
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