Una fiesta sorpresa es un simulacro de incendio pero sin incendio, en donde algunos corren en puntas de pie para buscar posiciones estratégicas y así lograr ser vistos en primer plano por el homenajeado, que no sabe nada y si sabe hará como que no sabe nada, y entonces lo que sigue es una sonrisa de cotillón, el abrazo con edulcorante, los ojos tontos, la sistemática reacción de abrir regalos que al fin y al cabo son todos iguales, y detrás de todo, la torta, que desde luego, nadie probará para no romper la dieta ni la promesa de comenzar esa misma dieta el lunes. miércoles, 10 de octubre de 2007
sobre las fiestas sorpresa
Una fiesta sorpresa es un simulacro de incendio pero sin incendio, en donde algunos corren en puntas de pie para buscar posiciones estratégicas y así lograr ser vistos en primer plano por el homenajeado, que no sabe nada y si sabe hará como que no sabe nada, y entonces lo que sigue es una sonrisa de cotillón, el abrazo con edulcorante, los ojos tontos, la sistemática reacción de abrir regalos que al fin y al cabo son todos iguales, y detrás de todo, la torta, que desde luego, nadie probará para no romper la dieta ni la promesa de comenzar esa misma dieta el lunes.
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2 comentarios:
con mis amigos hicimos un par de fiestas sorpresas.. pero no sé, me da la impresión siempre que el agasajado sospecha
pd: odio las dietas, el día que tenga que hacer una, me muero.. odas a la comida engordante, es la más rica
Tuve la posibilidad de organizar una sola fiesta sorpresa en toda mi vida y estoy orgullosa del resultado. Fue toda la gente esperada y la homenajeada ni se lo imaginaba (con verle la cara fue suficiente). La torta nos la bajamos toda al igual que las botellas de alcohol.
Fiesta Fiesta y pluma pluma
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