martes, 9 de septiembre de 2008

modales

Desconfiar de la gente demasiado simpática, del hombre que orina en el mingitorio contiguo pudiendo hacerlo en cualquiera de los quince restantes, del que te regala lo mismo que vos le regalaste a él para su cumpleaños -pero de otro color-, del que tiene el te amo fácil, de la mujer que se come los hielos cuando ya no hay más gaseosa en el vaso, de los ancianos que regalan caramelos por la calle, del policía de la esquina, del telemarketer por elección, de la tortilla de papa babé, de la chica que hace alarde de tus dotes sin siquiera haberte visto, del tipo que te acaricia el pelo mientras le hablás de tu familia, del taxista que no escucha Radio 10, de la gente que se corta el pelo siempre con el mismo peluquero en la misma peluquería de barrio, de los niños genios, de los empleados bancarios con buen sentido del humor, del carnicero con modales, del abogado sin traje, del perro que no mueve la cola, de los relojes de mesa, del bijouterie hippie, y de las putas que dejan vueltos librados al azar o a su generocidad de indígena.
.
.
(Fotografía del argentino Marcos López. Imagen extraída de aquí)

2 comentarios:

Victoria De Masi dijo...

acertado ¡clap, clap, clap!

Unknown dijo...

si coincido con todo menos de con los relojes de mesa por q no entendi por que hay q desconfiar jejjee
barbao el post y la foto

salutes desde SCI TERROR
H