miércoles, 5 de mayo de 2010

mentol

Supongo que si volvieras a llamarme -al menos para decirme feliz cumpleaños- este asunto del ir y venir perdería un poco de sentido. Pensémoslo así: llamarías, yo clavaría la vista en la sorpresa del celular, diría hola, cómo estás, y vos que bien, muy bien, feliz cumpleaños, y yo que gracias, aunque fue hace un mes y medio, sí, la familia bien, el alzheimer de la abuela bien, el trabajo bien aunque me echaron, todo bien, "todo lindo", y vos que lo mismo pero todavía con tu empleo bien remunerado y sin alzheimer de la abuela porque no tenés abuelas, y al final que chau, gracias por llamar, y vos que no, perdón por la demora, igual de nada por el llamado, y listo, y al final el silencio, y vos con tu celular y yo con el mío en la mano, todavía un poco estúpido, y será hasta el año que viene, o en el mejor de los casos hasta tu cumpleaños si yo me acuerdo y me parece una buena idea recordarte y darlo a entender, de todas formas voy a buscar las pastillas de mentol en los bolsillos del saco, y nada más, y ya está. Entonces, por un lado es bueno que no llames así yo puedo seguir escribiendo mal de vos. No llames, perra. Ahí va, ya estoy volviendo a escribir. Empiezo a darle sentido a la tensión de nuestro no-diálogo. ¿Ves? Hablando la gente se entiende. Igual, dejate de joder y llamame.-
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(imagen extraida de aquí)

3 comentarios:

Jota dijo...

jajjaja.nos reimos para no llorar.

Soy peregrinaperla dijo...

posteo o no posteo?

Fermina dijo...

me encanto!
un monton.