martes, 21 de diciembre de 2010

timing

Dicen muchas cosas de vos. Nada divertido, pocas son ciertas. Omiten que te masturbás con tus propias fotos y que perdiste el timing al caminar. Que te vieron orinar en las playas de los estacionamientos del Centro, que se te agrió el tinto y te pusiste vieja para mirar. Que los elogios que recibís son coletazos de lo que fuiste, que pocos placeres encontrás en los eventos sociales a los que te ves arrastrada por la esperanza de coronar un nuevo pichón de crac, que saludás con displicencia, de compromiso, que tu perfume es naftalina, que volviste a usar reloj pulsera. Nadie menciona tu afición por el voyeurismo literario. Nadie te compara con la mujer que me acompañaba al cine. Pocos saben que eras vos. Los que saben, callan, en un pacto secreto que tejieron con tu imagen acabada, más por respeto que por oficio. Porque es así, hoy estás acabada. Vivís de la corta fama que te dio la noche, el azar de los cruces correctos con la gente incorrecta y un puñado de adversarios que te sostienen un mote que te queda enorme. Sos una foto de las Torres Gemelas. Y no entiendo cómo pude haber permitido que te volvieras tan correcta y ordinaria.-
.
.
(imagen extraída de aquí)

No hay comentarios: