jueves, 11 de diciembre de 2008

hueco

No reconocer que a veces hay un final es de negador e infantil, de caprichoso, de inconsciente y de pelotudo. Y el final suele marcarlo ella. El final no llega cuando la veo venir, en esa esquina que siempre será de mi barrio y ella en el lugar parece perdida, me saluda, tanto tiempo, qué pasó entre nosotros que dejamos de hablarnos, ah cierto, y ella que recuerda y baja la mirada y yo que no recuerdo pero no interesa porque estamos otra vez juntos, ¿juntos? seguis igual que siempre le digo y ella cambia el comentario por sonrisa, y ¿qué es de tu vida...? Caigo en el hueco del lugar común: alguien me dijo que cuando uno deja de ver por un largo tiempo a una persona con la que compartió tantas cosas, ya no hay nada de qué hablar. Entonces ella mira el reloj, amaga con irse, estás con alguien llego a preguntar y ella que contesta sí, es el final de nosotros, aunque en realidad no dijo eso, pero así lo interpreto. Lo que sus ojos dijeron fue lo lamento tanto...pero te acordaste muy tarde, y yo miré, así como negador, como infantil, casi caprichoso, y volví a preguntar ¿estás con alguien? y entonces sí, lo que dijiste -palabras textuales- fue: estoy embarazada.
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(imágen extraída de aquí)

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡¡¡¡¡¡¡¡F E L I C I D A D E S !!!!!

Al PERIODISTA. beso.