lunes, 25 de mayo de 2009

verbigracia

Salir con vos es ponerle sancos a un enano más bien feo, torpe y triste. Tenerte cerca es algo así como manejar un Rolls Royce mientras me fumo un Cohiba y un improbable Frank Sinatra me canta al oído Penny Lane. Más allá de tu jerarquía -que me salpica con lo más intenso y absurdo del Napalm propio del jet set local-, salir con vos es un riesgo interesante: logré lo que siempre quise, y ahora me visto como quiero y te paseo entre todos los grupos de ex-novias, familiares, amigos y enemigos. Doy envidia a los hombres, genero aplausos entre las multitudes de los boliches -que antes se reservaban el derecho de admisión, y hoy me admiten sin reservas y con derecho-, y las mujeres se preguntan dónde tengo guardado el secreto que me llevó a tenerte de copiloto en cada reunión de consorcio anque juntada vecinal. Logré una popularidad estúpida, irónica y un tanto inservible, que me hace pensar que apenas te vayas -verbigracia, billetera mata galán- voy a volver al gris del anonimato y del arrime de bochín en toda clase de Contratos y Derecho Comercial. De no ser así -de no ser así, es decir, en caso de que no me dejes, al menos no con tanta facilidad-, lo más probable es que Frank me muerda la oreja, Penny Lane me tape los ojos, el Cohiba se caiga sobre el tapizado de pana y nos vayamos -a unos 180 kilómetros por hora-, contra una pared de concreto y desenfreno meteórico.-
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(imagen extraída de aquí)

4 comentarios:

¡Jotapé! dijo...

Quiero nombres, señor.

Soy peregrinaperla dijo...

quiero fotos, señor.

Andra Sitt dijo...

me copa la foto!!

Floraa.. dijo...

Tengo una persona muy cercana que vivió esa situación, pero estaba enamorada y no quería ver la mentira de la superficialidad que todos podíamos ver....
No te digo cómo termina, porque no ha terminado aún.

Saludos,

Flor, blah blah blah a vos...(: