jueves, 22 de octubre de 2009

Dramamine

Ahora que ella dice nada va a cambiar, y me acaricia la cabeza y sonríe con esa estúpida mueca que se empeña en sostener cada vez que sabe que miente, ahora sí que no tengo dudas de que nuestra relación es un cerdo herido de muerte. Pero ella persiste, de verdad, todo va a estar bien, te lo prometo, y yo que no prometas pelotudeces, ¿Querés? Pero ella no quiere, ella confía, confío en esto y en que vamos a estar bien, vas a venir a visitarme, cuando los dos sabemos que eso es imposible: con mi sueldito en el frigorífico no puedo sostener un viaje mensual y además, procurar ser feliz; no voy a viajar, vos te vas y pero son pocos meses, pero igual te vas y te desentendés y pero voy a volver pero nada va a estar igual, ¿O te pensás que la gente no se muere en un par de meses? ¿Nada cambia? ¿De verdad pensás eso? Nada tiene por qué cambiar y ya me metiste el "nada tiene por qué...", y dejá de sonreír, no hay nada que festejar, y este café que preparaste es horrible, ¿Seguís comprando soluble? ¿Seguís creyendo que nada va a cambiar? Abro los ojos porque sé que agoniza este sentimiento que alguna vez cuidamos, y ahora no habrá nada que cuidar, la puta madre, cuidate en el viaje, llevá Dramamine que vos sos de marearte, chau, voy a extrañarte, sí, yo también, y el cerdo chilla de sangre.-
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(imagen extraída de aquí)

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