El cuarto arbitro no vio el foul emocional que le causaste a mis ilusiones de luna de miel en Venecia. No vio o no quiso ver, se hizo el sota como vos cada vez que te pedía que me compraras leche para el té, con lo que me gusta el té con leche y nunca lo pude tomar con vos, ahora ya me compré un tetra de La Serenísima, de los grandes eh, nada del individual. Para unitario estoy yo, coronado a la gloria de la promiscuidad y la soltería. Odiosa gloria, gloria de pernocte y bebidas con descuento si uno tiene la tarjeta VIP, y yo la tengo. Igual, también tengo mi casa, que intento evitar por ser un despilfarro de ceniza y puchos contra el marco de la ventana, mi perro se choca en cada pared y grita tu nombre, y yo lo pateo para no aguantarlo, después de todo hay dos pateados bajo un mismo techo. No hay tregua en la bañadera, me muero cada vez que se me ocurre lavarme el pelo, quiero llorar y que se me oxiden los dedos, de a ratos se me ocurre incendiar la cortina del baño para ver si con señales de humo se te ocurre volver. En una de esas, te acordás que todavía tengo tu ropa interior comestible, y tocás el timbre para verificar que no se haya prendido fuego. Como si esto fuera poco, algo está muerto en la heladera. No sé si es mi autoestima, la torta del cumpleaños de tu mamá o el cartón de leche que compré hace un tiempo. Ah, no te dije, ahora compro leche. Me gusta el té con leche, siempre y cuando la leche no esté vencida, porque pan con pan comida de zonzo, ya lo dijo tu mamá.-
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2 comentarios:
Deberías escribir guiones de humor. Ves: "algo está muerto en la heladera. No sé si es mi autoestima". Te sale bien. Me sacas la carcajada! besos
Impecable éste texto. Te felicito!
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