Me preocupa que ya no me cagues con otro tipo. ¿Qué pasa? ¿Por qué hacés esto y me llamás antes de dormir y lavás los platos sin chistar y te dejás someter a mis fantasías de sádico amo sexual? ¿Acaso soy yo el cambiado? ¿Te hablo, te toco, te mantengo mejor? Despista verte tan atenta, que ofrezcas siempre una solución al conflicto y con tanta facilidad. Tu nuevo método de seducción funciona, pero me aterra: qué me vas a pedir, por dónde tenés pensado chicanearme, que hasta te acomodás en cucharita para la siesta del domingo y no querés salir con tus amigas. Ya no sé qué pensar. Espié los cajones de tus análisis y está todo en orden. Seguís comprando toallitas femeninas y pastillas anticonceptivas. Y no me cagás. Ya no, porque no hay reuniones fuera de casa ni llamados fantasma en la madrugada. Hasta ganas de engañarte me dan, tu repentina coherencia marital me cae como inyección de uranio. Y tu sonrisa. Tu flamante y permanente ánimo impoluto. Te ves feliz, y ahora me hablás de hijos, de pasar las vacaciones y la vida juntos. Claro, la señorita ya no me caga y espera que uno festeje con bengala, bombo y gorrita. Y me decís te amo cada quince minutos. ¿Sabés qué -Miss Cariñosa-, por qué no te vas -en monopatín- al carajo?.-
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(imagen extraída de aquí)
2 comentarios:
ja ja ja, algunas partes me dieron mucha risa, humor sano, del que me gusta... es raro no? tanto cambio de pronto...da para dudar pero creo que mas de una y mas de uno a veces quisieramos que suceda... como por arte de magia!
La parte de los anàlisis es fuerte... y hasta posible, pero solo en el peor de los casos..
ABRAZO,
Vero.
Subite a una tortuga y andate despacito despacito a la c0¬ch@ de tu hermana...
Me hiciste reír...
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