miércoles, 10 de marzo de 2010

estimadísima

A esta altura, estimadísima, yo le sugiero que no intente hacerme a un lado. Luego de la serie de credenciales con las que hasta el momento me bendijo, tiene mi palabra de que será difícil que algún día no recuerde su número de teléfono y la dirección de su trabajo. Hágase la idea de que me verá muy seguido, convivirá con mis olores, mis rumores, mis tumores y mis maloshumores. Verá, no suelo quedarme callado y soy de muy buen comer. Por el contrario, llegaré a tiempo al registro civil y estaré bien preparado al momento de sonreírle a los ejercicios de preparto. Ahora mismo imagino el momento en que usted me vea y yo la vea, ahí, entre doctores de guardia y luces por cualquier lado, y usted, con esa carita de no sé qué, ¿Qué hay más lindo que un delfín? No quiero decir que usted tiene cara de delfin, pero imagine algo todavía más lindo. Bueno, usted es eso, algo un poquito más lindo que lo más lindo. A lo que me refiero es que con gusto la acompañaré tanto en la dicha como en la menopausia, en la salud como en las gracias, y en la nada como en la espera. No diga que soy encantador, no mienta, pero no niegue que tendremos un circuito bastante original por el que salir a pasear los perros, las ansias, los nietos y los días.-
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(imagen extraída de aquí)

5 comentarios:

ceci a. dijo...

hermoso texto

buscandovidazen dijo...

¿dónde hay que firmar?

Co dijo...

Precioso. Con ese discurso nadie podria decirle que no.

Mar dijo...

Re chuchi, si.Che twitter no hay?

Mariana dijo...

puede ser un modo de vida!, muy bien narrado por cierto.