miércoles, 6 de octubre de 2010

AFJP

Cuando eras interesante dabas menos reflexiones profundas al estilo de Osho, menos principios moralistas -que más que principios, son finales trillados de publicidades de AFJP-, consejos de abuela en el inicio de la demencia senil más cruda y estruendosa, instrucciones de vida y prospectos de mágico shampoo anticaspa. Supiste ser una grata compañía, sin tanto lugar común ni protocolo para la tribuna, sin servilleta sobre la falda en los almuerzos del mediodía y sin falda ni servil yeta desde la noche y hasta el almuerzo. Vas a decir que otra vez, te digo lo mismo. Que para qué me quedo en tu casa, que todavía que te vivo los puchos te critico y bien que cedo cuando me besás la nuca. No arrimes las fichas del dominó a las del cuatro en línea, que para líneas tenemos bastante y para dura te tenemos a vos. Y bien dura que estás, si cuando querés sos terrible piedra, y cuando bajás, sos otra vez vos, desprejuiciada, sin estigmas, mentirosa, como si te olvidaras de tu nuevo estilo moralista: volvés a ser la misma inconsciente que ataba mis ilusiones rendidas de padre primerizo a las ajetreadísimas patas de tu cama maquillada para la ocasión.-
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(imagen extraída de aquí)

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