viernes, 11 de julio de 2008

blindada

Lo único que falta es que vos me exijas a mí que te diga gracias. ¿Gracias de qué? ¿Por estos 25 centavos de justicia, de sobras, de caridad? Vos sos el que tiene que decir gracias, pero no a mí, agradecele a la vida y a la suerte de estar dentro de tu traje importado dentro de tu auto importado, y yo envuelto en las ropas viejas que los hijos de tus hijos ya no quieren porque están rotas, y además no las necesitan, así que pensalo, cada vez que hables, que comas, que duermas, tené en cuenta que detrás de tu puerta blindada, hay una persona -si me das el lujo de llamarme así- que vive algo que para vos, siempre está en África.-
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(foto extraída de aquí)

3 comentarios:

Hernán dijo...

No te vayas tan lejos: pensá que hay gente (como mi viejo) que piensa que todo lo que está al sur de la avenida Rivadavia no existe...

Anónimo dijo...

Tan fuerte como cierto-

Anónimo dijo...

Me sorprendo con la imagen de este chiquito, una y otra vez al acercarme a la máquina. Es dolorasamente movilizante.
Fantaseo con un nombre, una historia de vida,un lugar.
Cómo podrían pensarse estos niños, sin "otros" que los piensen? quizá este ejercicio cotidiano les otorgarle existencia a los mas invisibles?.
Sabrás ahora por qué algunos sentimos necesario acompañarlos, aunque mas no sea un poco...