domingo, 6 de julio de 2008

carta al hijo que vendrá


Habré escrito esta carta, sin certezas, unas cincuenta veces, a distintas edades y en diferentes lugares y momentos. Lo único que en verdad puedo afirmar, es que si ésta carta llegó a tus manos, yo no soy estéril. Buenas noticias entonces.
Te pensé tantas veces y en tantos vientres incorrectos, con tantos ojos y colores y cabellos y pesos diversos, que se me hace difícil darte hoy un rostro preciso, la sonrisa adecuada, y después de todo, debés estar mareado. Perdón por eso.
No voy a darte consejos -al menos no de esta forma-, no quiero ser ese padre ridículo que da cátedras para sentirse padre. Me gustaría que seamos amigos, que tengamos confianza, y que podamos pasar el tiempo suficiente como para lograr una relación similar a la que yo tengo con mi propio padre. Si lográs algo parecido a la admiración que yo tengo hacia tu abuelo, tampoco me ofendería. Pero a lo que iba con todo esto es que sólo voy a decirte una cosa. Si optás por el camino de la heterosexualidad -único terreno del cual puedo opinar- te recomiendo paciencia. Tal vez te parezca raro que diga esto, pero vas a entenderme. Ya te llegará el momento y verás hacia donde apunta tu felicidad. Sólo eso, no quiero ser solemne. Paciencia es el asunto.
Espero que pasemos un buen rato en compañía uno del otro.
Ah, y aunque suene como un lugar común -y tal vez lo sea- decile a tu mamá que la quiero y que siempre supe que ibamos a terminar juntos.-
(imagen obtenida de aquí)

3 comentarios:

ele dijo...

Debido a que muy de vez en cuando mi memoria es insoportablemente buena, me resulta inevitable pensar en dos cosas.
Por un lado en lo primero que leí de usté, y lo que le sugerí (que busque putas por las noches y abrace a su madre por la mañana, pero que de ningún modo se mate por esa mujer); y por otro lado, lo que dice un amigo Francés que estoy empezando a conocer: "la prostituta es lo más opuesto a la madre".
Qué quiero decir con esto? Absolutamente nada, pero que sitúe a la madre en lugar de la puta -más allá del hijo protagonista que desprotagonicé- da cuenta de que usté podrá aunque sea en una sola oportunidad arrimarme la silla a la mesa como leí por ahí. Definitivamente no tiene veinte años, a mi no me mienta más.

MSR dijo...

No hay nada más lindo que una carta de un padre a un hijo.

pd. la imagen es buenísima pero no puedo entrar al link ese que dejaste...

Ariel dijo...

Si visitaste Klamahama y estudiaste en el TEA ya tenemos dos coincidencias: soy egresado de esa escuela en 1991...grossa experiencia aquella. Me dio los cuchillos necesarios para defenderme en la selva!!
Me agradó notablemente NNN. Excelente estética (...más coincidencias). Ya leeré con tiempo.
Por ahora me engancho brevemente antes que llore mi little girl. Uma nació el jueves y este asunto de ser padre es más que un milagro del universo (íntimo).
Nos leemos.
Nos vemos.
Un abrazo.
Ariel