martes, 18 de noviembre de 2008

ceja

Quiero que me abraces, le dijiste y ella no contestó. Preguntó si te gustaba -¿pasa algo? ¿así te gusta? dijo- y le pediste que te abrazara: justo a ella, la del sexo preciso, en plena sesión de perfecta lujuria te mostraste un poco más humano, y ella miró con desconfianza, cuerpo certero, levantó una ceja, dejó de moverse, se quedó en tus ojos difíciles y te abrazó pero no te abrazó en ese momento, no hasta comprender que esa sería la última vez que compartirían algo.-
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(imágen extraída de aquí)

1 comentario:

Hernán dijo...

Es lo peor de lo peor que te digan "te amo" en medio del acto. La verdad, es francamente lo menos de lo menos de lo menos de lo menos.