Desde que el Ibuprofeno 600 llegó a mi vida, ninguna de mis mañanas de dolores menstruales volvió a ser la misma. Ah, y vos también me hiciste feliz. No como el Ibuprofeno, es claro, si tenemos en cuenta que vos hablás y el Ibuprofeno no, que el Ibuprofeno no se queja si lo abrazo, lo beso, incluso si lo dejo sobre la mesada, digamos que la ciencia y sus fármacos superan al arte de amar. Por eso gracias, a mi médico que me recomendó esa milagrosa cápsula verde cristal, gema que alivia malestares y sensaciones horribles. Gracias Dios por el milagro de las drogas analgésicas de consumo legal, venta sin prescripción médica, en cada farmacia como todo medicamento de confianza. No tengo más que agradecer por haber conocido lo fantástico de un mundo de anestesia, universo de partículas invisibles y reacciones fisico-químicas dentro de organismos que a su vez contienen otros organismos sin nombre. Gracias, gracias, gracias Ibuprofeno 600, y gracias a vos por haberme hecho tan feliz.-
viernes, 4 de julio de 2008
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4 comentarios:
Bendito sea el IBUevanol jaja
así que tenés dolores menstruales??
demasiada información!
Jajajaj dios te salve ibuprofeno.
Sos una genialidad latente. Ibuprofeno, y vos tambien claro.
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