martes, 28 de octubre de 2008

323

La vi detrás de la vidriera, y no se cómo, hubo química entre ese montón de cables metidos dentro de plásticos y yo. No hubo química con el precio, pero sabía que si me estiraba un poco y usaba algunos ahorros que papá me había dejado para emprender la carrera de Ingeniería Industrial en la universidad privada -estudios que incluso jamás me había decidido a comenzar-, podría comprarme esa multiprocesadora perfecta, a la que sólo le hacia falta hablar, como decía mamá. La compré en cuotas, y en servicio al cliente, la empleada y su cabello recogido no entendían mi excitación por tener esa misma multiprocesadora. No quiero una en caja cerrada, dame la que está en exposición, pedí al vendedor y nadie comprendió por qué lo hacía. Ya palpitaba mis primeros inventos frutales, improvisaciones de tragos geniales y misteriosos. Mis amigos me lo agradecerían. Camino a casa, recordé el sabor de los licuados que me hacía mamá, y segundos más tarde, el resabio de los vómitos que venían por el abuso de esos mismos tragos exquisitos. Una vez, cuando era chico, me tomé cinco de banana con leche: le pedí a mamá que me llevara al hospital. En verdad me sentía muy mal: falté una semana al colegio y casi pierdo el año. Esa vuelta, en la cama de la habitación 323, mamá me dijo que yo hacía toda la pavada del hospital para llamar la atención. Mamá siempre decía que yo hacía cosas para llamar la atención. Será por eso que mientras se bañaba, enchufé la multiprocesadora que teníamos en casa y se la tiré en la bañadera. Mamá murió electrocutada, y así también no hubo más multiprocesadora. Pero ahora estoy feliz, porque otra vez, el destino me unió con la maquinaria perfecta que me devolverá las tardes de licuados y jugos insuperables, de esos para chuparse los dedos, como decía mamá.
.
.
(imagen extraída de aquí)

5 comentarios:

MSR dijo...

final inesperado. genial. y klimt también.

pd. hacía mucho que no firmaba pero siempre leo, eh eh eh

Hernán dijo...

Muy bueno loco, salvo por un detalle: los Cazadores de mitos (Mythbusters) demostraron que es imposible que una persona se electrocute en la bañadera con un electrodoméstico :P. Cortando con la joda, está buenísimo.

Nadie Nunca Nada.- dijo...

Hernán:

NNN no cree en los cazadores de mitos, menos en los Mythbusters. De todas formas, quiero advertirte que si en esta semana le pasa algo a tus piernas, no tengo nada que ver.
Saludos, estimado amigo!

Anónimo dijo...

Una metáfora de la adicción que tenes ?
Solo yo la se... y no la puedo revelar por que te quiero, y por que estoy en potencia de recibir dinero a cambio por guardar tu secreto.
Si esto no se concreta en el acto, te voy a buchonear y vas a perder todo tu prestigio...

JANSENSON.

Nadie Nunca Nada.- dijo...

jajajaja, JANSENSON?
Sólo espero que tengas más pelo que él...
En qué tacho de basura tengo que dejar cuánto?
Saludos.-