lunes, 8 de junio de 2009

piloto

No quiero casarme contigo, Sith, dice una rubia platinada de corte carré, a la que con el vientito de la campiña se le notan los timbres por sobre la remera blanca. Quiero casarme con un piloto, recorrer el mundo ¡maldito! ¡maldito seas, Sith! nadie abandona a las 11 semanas, y Sith -corbata bordó, saco beige de pana, zapatos recién lustrados, corte militar y ganas de ahorcar a una rubia interesada, coqueta y que fingió un embarazo para tener de las pelotas al aspirante a piloto de la Fuerza Aérea norteamericana- hace un bollito con sus ilusiones de papá primerizo que vive con la madre y su flamante noviecita que rescató de un pueblito en la concha de la lora yanqui, y desiste de la idea de volver al puesto administrativo en su almacén de Oklahoma, olvida el sueldo módico, el horario fijo, la polenta para cenar y la palangana cuando haga frío. Entonces, al carajo con las expectativas y sueños y amigos por correspondencia, para volver a la pensión de mierda en el lugar de mierda en donde hacía un curso de mierda manejado por militares de mierda. Se traga el anillo -que la rubia rechazó- en un trago de esa botella de cognac que aún guarda dentro de una bolsa de papel madera. Richard Gere -alto, corte de pelo como el de Sith, todavía no tiene las canas que sí tiene en El Chacal- sale a buscarlo en una moto. Siempre quise ser Richard Gere. Y ahora quiero ser Richard Gere piloto.-
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(imagen extraída de aquí)

3 comentarios:

Aurora dijo...

Jajajaja... me hiciste reír amigo.
Estaba frustradísimo el flaco.

Por qué borraste lo otro?

Buen día!

A.-

MQDLV dijo...

Y yo siempre quise tantas cosas que al final es mejor querer ser Gere.

Floraa.. dijo...

Richard Gere, el sueño de cualquier mujer. Tan lindo, tan seductor...y sus roles lo ayudaron mucho a construir su imagen...
bye


Flor.-.-.