Sé que dije que estaría bien, que yo siempre lo estoy, y tal vez lo hice para tranquilizarte, restarle importancia a tus manos y a la bienvenida de tus cenas en las noches de junio. Sé que dije que no te odiaría, y no voy a hacerlo. No tengo por qué. Claro que me hubiese encantado que a fin de cuentas te quedaras conmigo, para -sin pedir permiso- verte bailar en la cocina, saber que sos vos la que me roba los cigarrillos del cajón. Voy a quedarme sin tus hijos. Cómo van a dolerme tus hijos sin mis hijos. Pero todo parece tomar el rumbo adecuado. Serás parte de la lógica del otro, de sus siestas y anécdotas de gala y vino tinto. Suena coherente. Si fuese vos, tal vez me hubiese quedado con él, aunque no sonría de más y nada le sorprenda ni te quiera tanto como yo. Para qué nos vamos a engañar: si fuese vos, me quedaría conmigo. Aún así, tu elección suena muy coherente, y de todas formas, las conjeturas no terminan de ser suficientes como para correrte de este mismo texto. Nunca pudiste ser una más: no lo conseguimos. Y siempre supiste que sería el final, que nos despediríamos cuando todo comenzara. Yo también lo supe, lo vi venir e igual te acaricié desde atrás, sonreí para luego asegurarte que todo estaría bien, pero sorpresa: te mentí.-
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(imagen extraída de aquí)
5 comentarios:
Este es el que leí? o ya lo publicaste?
Sorpresa: Todos mentimos.
Saludos
A.-
No te creemos.
Simplemente es así.
lei 6 de tus post sin parar. digamos que me gustó. no suele gustarme mucho nada como para tragar post tan seguido. ¿te felicito? ja. supongo que ya lo hice. merecidas.
Me encantó! sinceramente! todos mentimos, es verdad... pero poque, mierdaaaaaaa! Será que estoy llorón, pero lo que escribiste me tocooo profundo!
Besoootes!
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